Francia salió ayer por las calles del país para manifestar su repudio contra la presencia del líder de la extrema derecha Jean- Marie Le Pen en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 5 de mayo. La primera gran “jornada nacional de movilización ciudadana y republicana” se llevó a cabo sin mayores incidentes y con una participación que varió según las regiones. Convocada por unos 80 partidos, asociaciones de defensa de los derechos humanos y sindicatos, la marcha reunió unas 60.000 personas en París, 45.000 en Grenoble –fue la manifestación más importante de los últimos 40 años–, 25.000 en Marsella, 20.000 en Rennes o 12.000 en Burdeos. En París, con la consigna “Marianne despiértate” (Marianne es la mujer que simboliza la República) y amparados bajo una inmensa banderola en español que decía “No pasarán”, los manifestantes partieron de la Plaza de la Bastilla para dirigirse a la de la Nación en un clima donde sobresalió la desunión antes que la imagen de un grupo compacto.
En la capital francesa, la marcha se inició con unos 60 inmigrados sin papeles que acababan de terminar una gira por Francia. Emblema potente contra la política de Le Pen que Mouloud Aounit, secretario general del MRAP (Movimiento contra el Racismo y por la Amistad entre los Pueblos), explicó diciendo “quisimos poner a los indocumentados a la cabeza para mostrar que frente a la Francia del odio y del racismo está la Francia de la solidaridad, del respeto de la persona humana y de la solidaridad”. Detrás de los inmigrados marcharon los jóvenes y luego los representantes de los partidos y la sociedad civil. “Chirac, no te queremos pero votaremos por vos”, decía un cartel llevado por cuatro jóvenes estudiantes que confesaron ver el futuro “con cierto horror”. Jean comentó a Página/12 que “lo malo de todo esto es que vamos a vivir, es decir, a desarrollarnos, en un clima mediocre, con un poder de derecha que sigue siendo el mismo y con la sombra de Le Pen acechando en cada esquina. Lo que ha ocurrido aquí es tan lamentable como espantoso”. La unión no estuvo ayer a la orden del día. Los ecologistas repartían volantes contra Jospin y el PS, los trotskistas contra los ecologistas, los comunistas contra Jospin y los verdes y algunas asociaciones contra todo el mundo. “Vamos, vamos a votar, Le Pen no pasará”, “Abajo el frente, con F de fascista y con N de nazi”, “Le Pen, Le Pen, Le Pen estás jodido, la juventud está en la calle”, cantaba la gente al ritmo de tambores. Mucho más políticos eran los carteles pintados a mano que los manifestantes llevaban pegados al cuerpo. En algunos podía leerse “Pienso y voto”, o “Todos los dictadores fueron elegidos, entonces vote”, “100% contra Le Pen, votemos”. Alain Krivine, líder de la Liga Comunista Revolucionaria, declaró que una manifestación semejante apuntaba a hacer que “la gente que tiene intenciones de votar por Le Pen se sienta culpable, tenga conciencia del mal que le hace a Francia”. A su vez, Noël Mamère, candidato presidencial de los ecologistas, puso la manifestación bajo otra meta cuando declaró: “Estamos acá para decirles a los abstencionistas o a la gente que quiere votar en blanco que esa actitud sería muy negativa para la democracia”.
La gran marcha de “precalentamiento” terminó con música y algunos incidentes menores en la plaza de la Nación. “Esta ha sido sólo una parte del camino. Esperamos que todo el país salga a la calle el 1º de mayo”, explicaba un dirigente del sindicato CGT. Paralelamente, Le Pen anunciaba ayer que seguramente “habrá provocaciones” el 1º de mayo “organizadas por las milicias de izquierda”. El candidato presidencial que enfrentará a Chirac dentro de una semana denunció la responsabilidad “del jefe delFrente Popular”, es decir Chirac, en la organización de las manifestaciones contra su rival. Por último, el jefe del Frente Nacional dijo que no estaba seguro de presentar su candidatura a las elecciones legislativas de junio.