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› EL PENTAGONO BUSCA REDUCIR GASTOS
El caño roto de la guerra
El Pentágono estadounidense prepara una gran reducción de gastos en la compra de nuevas armas, dentro de un amplio proyecto de reestructuración y reducción del déficit, que lleva la impronta de su jefe, el discutido Donald Rumsfeld. Según el New York Times, estos pasos forman parte de un plan para recortar gastos durante los próximos seis años. Desde las elecciones de noviembre, la Casa Blanca ha estado bajo creciente presión para reducir el déficit y al mismo tiempo hacer frente a los inesperadamente altos gastos militares de Irak y Afganistán y ha ordenado a las agencias federales que reduzcan sus gastos.
El plan será presentado a comienzos del próximo año y los detalles filtrados hasta ahora indican que el Departamento de Defensa busca reducir 60.000 millones en gastos en los próximos diez años. Los recortes son producto tanto de la necesidad de ahorrar gastos como del objetivo de Rumsfeld de realizar una modernización a fondo de las fuerzas armadas, sobre todo del ejército, para hacerlas más rápidas y flexibles, y eliminar sistemas de armas producto de la Guerra Fría. Los más afectados serían la marina y la fuerza aérea, en beneficio del ejército de tierra. “Rumsfeld quiso hacer la reestructuración cuando llegó al cargo, y los atentados del 11-S y la guerra de Irak se lo impidieron. Ahora está usando el déficit para ponerla en marcha”, explicó Michael O’Hanlon, un analista de defensa de Brookings Institution, un centro de estudios con sede en Washington.
En las cuentas del Pentágono entra también el creciente coste de la guerra en Irak, donde el Pentágono preveía inicialmente haberse retirado para este 31 de diciembre, aunque O’Hanlon cree que la ocupación en ese país no es la principal razón del recorte de la compra de nuevas armas.