EL MUNDO
› MATAN A CUATRO POLICIAS Y PROMETEN ENTREGARSE
Cuando la vida no vale un Perú
Murieron cuatro policías en el intento de recuperar la comisaría tomada por un grupo ultranacionalista que pide la renuncia del presidente Toledo. Prometen entregarse si les “respetan la vida”.
El líder rebelde Antauro Humala, jefe del grupo armado del Movimiento etnocacerista que mantiene a diez rehenes en una comisaría de Andahuaylas, al sudeste de Perú, anunció que entregará las armas hoy al mediodía “en presencia del pueblo”. El anuncio fue realizado ante sus partidarios, reunidos ante la sede policial que tomaron la noche de Año Nuevo, quienes ayer mataron a cuatro policías al emboscar a una patrulla. La decisión de entregar las armas se tomó luego de que el primer ministro Carlos Ferrero demandara al grupo entregar las armas y liberar a los rehenes, garantizándoles el pleno respeto de sus vidas. Por su parte, el presidente peruano, Alejandro Toledo, dijo que el gobierno actuará con “mano dura y sin contemplaciones” ante la toma de la sede policial.
“Nos comprometemos a no disparar, pero que la otra parte no hostigue ni dispare”, dijo Humala ayer por la noche. “La entrega será en horario diurno, delante de la población y con respeto a la dignidad de mis tropas”, añadió el líder del grupo rebelde, cuya exigencia inicial había sido la renuncia de Toledo. Humala dijo que los rehenes que mantiene en la comisaría, que él llama prisioneros, serán liberados cuando las fuerzas del orden entreguen a su vez a varios de los etnocaceristas detenidos durante el día de ayer. Horas antes, el primer ministro Carlos Ferrero aseguró que los militares y policías concentrados en la ciudad no atacarán antes de darles tiempo a los rebeldes de que se entreguen. La acción rebelde ha dejado cuatro policías muertos y al menos diez heridos. El líder rebelde aseguró que si su agrupación era atacada le iba a ir “muy mal” al gobierno, pues habría “un mayor derramamiento de sangre”.
Toledo, tras visitar a los policías que resultaron heridos en el asalto a la comisaría, sentenció: “Democracia sí, pero mano dura, fuerte y sin contemplaciones para aquellos que toman dependencias públicas, que han matado y que tienen rehenes; eso mi gobierno no lo va a permitir”. Por su parte, el primer ministro, desmintió rumores en el sentido de que tropas del ejército y la policía estén a punto de recuperar a la fuerza la sede policial. Sin embargo, habitantes de la ciudad informaron telefónicamente a emisoras de Lima que se escuchaban disparos de armas de fuego en un cerro cercano a la ciudad, expresando su temor de que pudiera producirse una matanza. Un hombre dijo que parte de la población se está concentrando en los cerros aledaños para ver el tiroteo como si fuera un partido de fútbol. Ferrero dijo que se desplazan tropas por la ciudad, pero aseguró que no es para ejercer “ninguna acción de violencia”. Señaló que se trata de “agotar las medidas destinadas a que los subversivos depongan su actitud, devuelvan las armas y liberen a los rehenes”. Además, pidió a los vecinos de la comandancia policial donde se atrincheran los rebeldes que abandonen sus casas y se dirijan a refugios de la Defensa Civil.
El cambio en la actitud de Humala se produjo luego de que conversara telefónicamente con su hermano Ollanta, comandante del ejército que fue pasado a situación de retiro la semana pasada y quien se encuentra en Corea del Sur, donde desempeñaba el cargo de agregado militar en la embajada peruana. Ollanta lo instó a deponer las armas y a comprometerse al diálogo con la condición de que se respeten las vidas de los etnocaceristas. Antauro Humala dijo que acataría lo que dice su hermano, por ser el inspirador del movimiento. Ollanta encabezó en 2000 un breve levantamiento militar al frente de 60 soldados, un mes antes del colapso del gobierno del ex presidente Alberto Fujimori, por graves denuncias de corrupción. Fue el único levantamiento militar durante la década de régimen autoritario fujimorista.
Ayer por la mañana, en las inmediaciones de la estación policial se produjo un tiroteo en el que murieron los cuatro policías y resultaron heridos dos integrantes del grupo armado. Ante la crisis, el gobierno decretó en la noche del sábado el estado de emergencia en esa región y autorizó a la policía y a las fuerzas armadas a intervenir para restablecer el orden. Humala dijo que en las refriegas registradas las fuerzas policiales “han llevado la peor parte” debido a que sus hombres,”son superiores a la policía”. “Mis hombres son soldados veteranos de la guerra con Ecuador de 1995 y además han luchado en zonas de emergencia contra Sendero Luminoso; es decir, son soldados experimentados y tienen una moral alta”, declaró.
Todos los grupos políticos, desde el oficialismo hasta la oposición, han expresado su rechazo al levantamiento de Humala, calificándolo de subversivo, y han respaldado al gobierno en su decisión de restablecer el orden con la ley en la mano. Sin embargo, en Andahuaylas, un sector de la población, en su mayoría jóvenes, salió a las calles a respaldar a los rebeldes.