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› SHARON ABRE LA PUERTA A UN CESE DEL FUEGO EN CUATRO DIAS
Saquen bandera blanca en Palestina
Tras el polémico mensaje del Estado de la Unión de Bush, tres de sus frentes mostraron movimientos: israelíes y palestinos hacia la paz, iraquíes hacia el triunfo de chiítas que no son pro EE.UU. e Irán hacia una confrontación, quizá negociada.
Por Ferrán Sales*
Desde Jerusalén
Israel se ha comprometido a retirar gradualmente las tropas de cinco ciudades de Cisjordania y a liberar a 900 presos palestinos, al tiempo que deja abierta la puerta a una declaración de cese de hostilidades. Estas decisiones suponen una respuesta positiva a las reivindicaciones de las milicias palestinas, que esperaban desde hace una semana un gesto de Israel para aprobar un alto el fuego en la Intifada. Todo parece indicar que Mahmud Abbas y Ariel Sharon podrán decretar solemnemente el armisticio el martes, en la cumbre de Sharm el Sheij.
El Comité Ministerial de Reflexión Política, una plataforma gubernamental de reciente creación presidida por Ariel Sharon y en la que participan seis ministros, acordó ayer retirar las tropas israelíes de cinco ciudades de Cisjordania, empezando por la de Jericó y continuando con Tulkarem, Belén, Kalkilia, para finalizar con Ramalá. El mismo comité dio luz verde a la liberación de 900 presos palestinos en dos oleadas: la primera, de 500, para poco después de la cumbre, y la segunda, unos meses más tarde.
Este comité no ha elaborado aún el calendario de la retirada ni la lista de los presos, pero ha establecido una serie de requisitos. El más importante es que ninguna de estas medidas se llevará a término antes de la cumbre del martes en Sharm el Sheij. Asimismo, los ministros han acordado que la retirada gradual de las ciudades se efectuará en intervalos de dos semanas y una vez que los palestinos hayan presentado sus planes de seguridad. La liberación de presos está asimismo sometida a una serie de cortapisas. La más crítica, que ninguno de los liberados tenga “las manos manchadas de sangre”, lo que imposibilita la liberación de Marwan Barghuti, líder de la Intifada.
Estas decisiones no tienen carácter ejecutivo sino que constituyen unos “acuerdos de principio” que deberán ser ratificados por dos instancias gubernamentales; el Gabinete de Seguridad y el Consejo de Ministros, que se celebrará el domingo. Aunque se da por sentado que ambas instancias ratificarán el acuerdo, no se descarta, sin embargo, que pudieran efectuarse matizaciones relevantes.
Pese a todas estas cautelas, los dos acuerdos relativos a la retirada de las ciudades y la libertad de los presos constituyen por sí solos los gestos más generosos e importantes efectuados por Sharon hacia la Autoridad Palestina en los últimos dos años, desde que se firmara el 30 de abril en Aqaba la Hoja de Ruta, en la que se estableció un programa para poner fin a la Intifada. En aquella reunión se acordó la libertad de 350 presos y la retirada gradual de las tropas, empezando por Belén.
Estos gestos de buena voluntad apuntados por el Comité de Reflexión israelí podrían incluir una declaración oficial de alto el fuego, según anunció ayer por radio el viceprimer ministro Shimon Peres: “Espero que haya en esta reunión una declaración de un armisticio”. La frase de Peres y el paquete de medidas militares y políticas israelíes no son actos gratuitos; suponen una respuesta positiva a las reivindicaciones de las facciones y milicias de Gaza, que condicionan la declaración de tregua a once reivindicaciones entregadas la semana pasada a Mahmud Abbas. El anuncio de estos compromisos hará posible que Sharon y Abbas efectúen el martes oficialmente una declaración de alto el fuego en la Intifada. La proclamación del armisticio contaría además con garantías internacionales que Egipto, Jordania y EE.UU. están dispuestos a dar a los dos bandos, y a los que se podría sumar Rusia, la UE y la ONU.
En medios políticos se asegura que los últimos flecos de esta operación de “resurrección del proceso de paz” se cerrarán a partir del domingo, cuando la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, llegue a Israel y a los territorios palestinos, y se reúna con Sharon y Abbas. Rice no viene con las manos vacías; aportará una ayuda de 350 millones de dólares para los palestinos y el nombramiento de un enviado especial de la Casa Blanca para la zona.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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