Irán rechazó ayer una proposición rusa de aplazar de nuevo la inauguración de la central nuclear de Buchehr, que Rusia construye en el sur del país, y espera llegar a un acuerdo sobre las fechas en que recibirá el uranio enriquecido necesario para hacerla funcionar. Los jefes de las organizaciones iraní y rusa de Energía Atómica, Gholamreza Aghazadeh y Alexandre Rumiantsev, debían firmar un acuerdo que preveía la entrega a Irán, por parte de Rusia, de uranio enriquecido para la central de Buchehr. Sin embargo, la firma fue aplazada ya que las dos partes no se pusieron de acuerdo sobre las fechas de la entrega del uranio enriquecido. Por su parte, Estados Unidos está repensando su política hacia Irán y podría dejar de lado su estrategia de confrontación y amenazas. Hubo indicios de este cambio de opinión la semana pasada durante el viaje del presidente George W. Bush a Europa, donde dijo por primera vez que apoyaba las iniciativas de Francia, Gran Bretaña y Alemania de intentar llegar a un acuerdo con Irán ofreciendo tecnología a cambio de que termine con su programa de enriquecimiento de uranio.