EL MUNDO
› INFORME DE EE.UU. DE LOS DERECHOS HUMANOS EN EL MUNDO
Los “sospechosos” de siempre
En el informe anual sobre los derechos humanos en el mundo, del Departamento de Estado norteamericano, las críticas apuntaron a los tradicionales enemigos de Washington, como Cuba y Venezuela, pero también a aliados como Egipto, Israel o Arabia Saudita. Llamó la atención la ausencia de autocrítica, sobre todo a la luz del todavía reciente escándalo por torturas en la cárcel iraquí de Abu Ghraib y en la base norteamericana de Guantánamo en Cuba, además de las detenciones arbitrarias de extranjeros sospechosos de terrorismo en su propio suelo. La presunta falta de objetividad del informe suscitó reclamos de las organizaciones de derechos humanos norteamericanas que pidieron que Washington no sólo vea la paja en el ojo ajeno sino la viga en el propio.
Venezuela fue el principal blanco de las críticas del informe sobre derechos humanos de 2004. Ya en enero, la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice la había calificado de “fuerza negativa” en la región. El informe señala a Caracas como un caso curioso, donde a pesar de tratarse de una democracia ha habido “un retroceso” de los derechos. El vicepresidente Vicente Rangel replicó que EE.UU. era “mentiroso” e “hipócrita”, y apuntó a las miles de muertes ocasionadas por la política exterior norteamericana en Irak y Afganistán, y a la ley patriota como muestras del retroceso de los derechos en el país que es juez. Rangel incluso acusó a EE.UU. de practicar el asesinato de jefes de Estado y políticos que no siguen su línea ideológica en otros países.
El informe cataloga a Cuba de “una mancha en el impresionante avance de la libertad en el mundo”. Costa Rica es destacada como ejemplo “positivo” en la región por su lucha contra la corrupción (tres de sus ex presidentes están en proceso), y en Colombia hubo un “avance” en la materia por la desmovilización de las fuerzas paramilitares en curso y su lucha contra el terrorismo. Brasil preocupa por el narcotráfico y los asesinatos de líderes ambientalistas, como el de la monja estadounidense Dorothy Stang, y en México “la violencia fronteriza” persiste. Rusia y China fueron muy criticados, sobre todo por la centralización de la elección de los gobernadores rusos, y la opresión de disidentes en China. El informe no perdonó a los aliados y señaló la falta de pluralismo y libertad en Arabia Saudita y Egipto. Para EE.UU., Israel es “respetuoso con los derechos humanos de sus ciudadanos” pero no con los de los palestinos. Las organizaciones defensoras de derechos humanos norteamericanas pidieron una autocrítica por la restricción de derechos y libertades civiles en su propio suelo tras la sanción de la ley patriota, y a la luz de los escándalos de torturas en cárceles bajo responsabilidad de EE.UU. en el extranjero.