Dom 10.04.2005

EL MUNDO

“El dedazo ahora veta a nuestro futuro presidente”

“Antes, el líder por dedazo decidía quién iba a ser su sucesor. Ahora lo veta”, denuncia la senadora María del Carmen Ramírez García, sobre la virtual proscripción de Andrés López Obrador en México.

“El desafuero de Andrés Manuel López Obrador no es solamente un pleito mexicano. Esto es un problema para América latina. Se está encendiendo una mecha y puede repercutir en América latina.” Así opinó María del Carmen Ramírez García, senadora del Partido de la Revolución Democrática sobre el caso del alcalde de la ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, que perdió los fueros y fue separado de su cargo por supuestamente desobedecer las órdenes de un juez para detener la construcción de una calle. López Obrador es favorito para ganar las elecciones presidenciales de 2006.
–¿De qué se trata el caso?
–Según el juez, López Obrador no obedeció la orden de detener la construcción de una calle cerca de un hospital. Ahí comienza todo este malabarismo jurídico para desaforar. Todo esto tiene un fin político, no un fin jurídico. Es una maniobra jurídica que estaban planeando durante varios años, para finalmente poder desaforarlo. Si las elecciones fueran hoy, López Obrador ganaría: está encabezando todas las encuestas. Entonces la única forma de deshacerse de él es encarcelándolo. Los mexicanos entendemos que te pueden desaforar por corrupto, por desvío de recursos. No está acusado de un delito de corrupción. ¡Pero no se robó nada! Si me dijeras que se robó mil millones del erario público, pero no es eso.
–¿Cuál es el rol del presidente Vicente Fox?
–Aquí hay una cosa importantísima que sucede en nuestro país o que sucedía en nuestro país. Antes, el presidente por dedazo decidía quién iba a ser su sucesor. Ahora lo veta. El presidente actual está vetando a un candidato de otro partido para que no llegue a ser candidato a la presidencia de la República. Es una clara maniobra de la ultraderecha, de Fox. El objetivo es que no llegue la izquierda a gobernar, que no haya un gobierno democrático de corte social. Es una irresponsabilidad del presidente por el riesgo que esto implica y el riesgo de que se prenda la mecha para que haya una insurgencia civil que se desborde y que repercuta en Latinoamérica.
–¿Qué pasa con la candidatura de López Obrador para las elecciones presidenciales de 2006?
–El propuso que haya una modificación en el calendario para adelantar la elección del candidato del partido para finales de julio, pero esta decisión debe aprobarse en el Congreso Nacional del PRD. En febrero el PRD debe registrar oficialmente al candidato del partido. Si López Obrador va a la cárcel, pierde sus derechos políticos. Nuestra Constitución es la única en el mundo que dice que se pierden los derechos políticos desde el momento en que uno es procesado y no cuando hay sentencia. López Obrador ya dijo: “No me amparo ni salgo bajo fianza”. Y mandó un escrito a las instancias judiciales para que no se permita que nadie pagara su fianza ni que nadie presente un amparo por él. Si él se amparara podría evitar ir a la cárcel. Pero él dice que no va a perder sus derechos políticos porque no está sentenciado. Hay muchos juristas que le dan la razón, que no tiene por qué perder sus derechos políticos porque no está sentenciado. López Obrador dice que va a ser candidato aunque esté en la cárcel. Sabemos que va a ser absuelto. Sabemos que lo puede ganar. Pero el problema es cuánto tiempo lleva.
–¿Por qué?
–Porque en febrero, nosotros tenemos que tener el candidato registrado oficialmente. Y si él sigue en proceso y no es sentenciado, la Constitución dice que si uno está en proceso, estás inhabilitado para ser candidato. Por eso, van a intentar alargar el juicio, por eso tomaron la decisión ahora, para que no pueda ser registrado en febrero.
–¿Cuáles son los próximos pasos?
–López Obrador convocó a una marcha de silencio para el domingo 24 de abril, que va a ser más fuerte que la del jueves que fue en un díalaborable y a las 9 de la mañana. Por otra parte, llamó a una resistencia civil pacífica.
–¿En qué consiste? López Obrador explícitamente pidió que no se bloquearan calles ni rutas ni que se tomaran edificios.
–López Obrador no quiere violencia. Pide una resistencia pacífica, que la gente se manifieste a través de Internet, con llamadas de teléfono a los medios de comunicación manifestando su desacuerdo. Que la gente lleve moñitos tricolores en las solapas, que ponga carteles en los autos manifestándose en contra de esta injusticia y este atropello. En México, si bloqueas una ruta o haces una agresión a una institución pública te meten en la cárcel. El pidió que no haya violencia porque el PRD, como un partido de izquierda, tuvo muertos políticos, enfrentamientos. El PRD se constituye como un partido para participar en la lucha electoral, por medio de la vía pacífica, por medio de las urnas. Lo que queremos es evitar las confrontaciones. Porque ellos mandan grupos de choque para que haya violencia. No queremos desprestigiar al PRD, ni caer en provocaciones. Por eso, cuando se presentó en la Cámara de Diputados, pidió a la gente que no lo acompañe, porque podrían haber intentado detenerlos y podría haber habido violencia.
–¿Cómo repercute este hecho en el futuro político de México?
–El problema apenas está empezando con el desafuero porque ahora hay un enorme riesgo de conflicto social. Hay un riesgo país, eso es lo que no lo está midiendo el gobierno federal, que hizo algo personal con López Obrador porque se lo exigieron empresarios muy poderosos. Se está creando una inestabilidad política muy fuerte que puede llegar a graves consecuencias para el país. Parece que esto se convirtió en una cuestión personal, sin pensar hacia dónde nos puede llevar. No medir las consecuencias del desafuero es provocar una gran movilización social que se puede desbordar del control de las instituciones por la pobreza que hay en nuestro país. Esta gran injusticia que se está cometiendo con López Obrador puede ser lo que prenda la mecha en nuestro país. Hay un riesgo país real. En la última semana, México subió 40 puntos como riesgo país. Nos están comparando con países como Ucrania, Líbano, de una gran inestabilidad política. Estamos viviendo un retroceso a la incipiente democracia de nuestro país. Es un retroceso provocado por dos partidos aliados, los más poderosos, económicamente hablando, que no quieren que llegue a gobernar la izquierda en México. México viene de una cultura no democrática, no porque México no tenga vocación democrática, sino porque hubo años de gobiernos muy autoritarios. Lo que dice López Obrador es que el actual gobierno sigue siendo autoritario.
–¿Puede tener consecuencias para América latina?
–México es un país económicamente fuerte en América latina, y esto puede repercutir en América latina si es que se le da esta vuelta a la democracia. Vamos a ir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a La Haya y a todos lados para que se conozca el caso. Por eso estamos visitando América latina y vamos a concertar citas con el presidente de Brasil, que es de izquierda, con el presidente de Chile, de Uruguay y en todos lados donde podamos tener el apoyo de los latinoamericanos. Porque esto trasciende México. El caso de México es un retroceso en la vida democrática. Nosotros consideramos que lo quieren que es que no llegue la izquierda a gobernar. No es sólo un pleito mexicano. Esto es un problema latinoamericano.

Reportaje: Ximena Federman

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