EL MUNDO
› MASIVA MARCHA EN MEXICO EN APOYO A LOPEZ OBRADOR
Aquellos que vos matáis...
600.000 manifestantes protestaron ayer en la Plaza del Zócalo en apoyo de López Obrador, que fue desaforado de la alcaidía de la ciudad.
La maniobra político-jurídica para quitar de la escena política a Andrés Manuel López Obrador por el contrario lo pone ante los reflectores. El popular alcalde de México concentró ayer en la capital mexicana a una multitudinaria marcha, calculada en 600.000 personas, para protestar contra su desafuero y el juicio al que quiere someterlo la Procuraduría federal. El acto cubrió totalmente la céntrica Plaza del Zócalo y se extendió en dos calles adyacentes que fueron totalmente desbordadas por la multitud que respaldó al alcalde con las consignas “No estás solo” y “López Obrador presidente”. Ante sus seguidores, López Obrador anunció que hoy vuelve a sus funciones.
La denominada Marcha del Silencio recorrió la principal arteria del centro de México, el Paseo de la Reforma, hasta el Zócalo, la plaza principal de la ciudad. Ante una multitud que colmó la plaza, cuya máxima capacidad es de 150.000 personas, López Obrador dijo que volverá a la alcaldía de la ciudad, de la que está ausente desde que fue desaforado por la Cámara de Diputados el pasado 7 de abril. Fuera de la plaza se quedaron sin poder entrar varios centenares de miles de personas más, algunos llegados en autobuses desde distintos puntos del país. Según los organizadores de la manifestación, convocada por el alcalde y su Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda), asistieron entre un millón y 1,2 millón de personas.
Los manifestantes, que sólo relativamente hicieron honor al nombre de la marcha, portaron pancartas con consignas de apoyo a López Obrador y contra el presidente mexicano, Vicente Fox, al que aquél acusa de encabezar un complot para dejarlo fuera de las elecciones presidenciales de 2006 –de las que el alcalde es favorito–. El alcalde dirigió su mensaje desde una tribuna donde estaban personalidades independientes, entre ellos la escritora y periodista Elena Poniatowska. Afirmó que “el cambio que proponemos no significa un retorno al estatismo, ni la aplicación sumisa del neoliberalismo, sino que la alternativa es aprovechar la globalización pero tomando nosotros las decisiones que nos convengan, con independencia”. También prometió que será un presidente para “todos” y que su principal opción serán los pobres.
El objetivo de la convocatoria fue protestar contra el desafuero del alcalde capitalino y el juicio por desacato a varias sentencias judiciales de paralización de unas obras a que quiere someterlo la Procuraduría General. “No estás solo”, “No al desafuero”, “Luchamos por la esperanza”, “López Obrador: 2006”, fueron algunos de los eslóganes que exhibieron los manifestantes, muchos con banderas del PRD. La gran afluencia de gente desbordó a los organizadores y el dirigente populista tuvo que abrirse paso entre la muchedumbre hasta el Zócalo, dejando muy atrás a los líderes de su partido, que asistieron en pleno a apoyar a su compañero y que supuestamente debían encabezar la manifestación. “El día de mañana (por hoy) regreso a trabajar a mi oficina”, afirmó López Obrador durante su discurso, desafiando las advertencias de la Procuraduría, que considera que el desafuero además de quitarle la inmunidad supone su destitución automática del cargo.
Desde que la Cámara de Diputados le quitó la inmunidad, no está claro ni entre los políticos ni entre los juristas si el desafuero supone la destitución automática del alcalde o si lo sigue siendo hasta que sea formalmente sometido a un proceso judicial. Incluso López Obrador manifestó una semana después de ausentarse de su puesto que no sabía si seguía siendo alcalde. “Legalmente sigo siendo el jefe de gobierno del Distrito Federal, no sólo porque fui electo de manera democrática, sino porque jurídicamente no estoy sometido a proceso judicial”, manifestó este domingo. El pasado viernes un juez rechazó el expediente consignado por la Procuraduría, en el que solicitaba una orden de presentación contra López Obrador, por defectos de forma. Esta manifestación es el punto culminante de lo que el político ha denominado “campaña de resistencia civil pacífica” que comenzó en febrero y superó con mucho la asistencia de la última gran concentración, el día del desafuero, a la que acudieron también al Zócalo capitalino unas 150.000 personas.