EL MUNDO
› REACCIONES DE LA PRENSA MUNDIAL
La nueva página Ratzinger
- La Repubblica (Editorial)
Josef Ratzinger fue hasta ayer el celoso guardián de la ortodoxia católica. Abundan los apelativos que lo ubican como “El gran inquisidor de la Iglesia”. No cabe duda de que el cardenal alemán ha sido un personaje en permanente confrontación. Es necesario recalcarlo al inicio de su pontificado. Pero ésa fue su misión como prefecto de la Congregación de la Fe. Ahora, investido de una autoridad suprema, es Benedicto XVI y tiene entre sus manos el enorme desafío de ser el Papa de todos los católicos del mundo.
- The Washington Post (Editorial)
“Una fe adulta no sigue las olas de la moda y la última novedad.” Con estas palabras, el cardenal Josef Ratzinger, ahora el papa Benedicto XVI, concluyó el último sermón que dio antes que los cardenales de la Iglesia Católica llevaran a cabo su cónclave en Roma. No nos toca a nosotros comentar cuestiones de la doctrina católica o, en verdad, sobre las deliberaciones internas de cualquier institución religiosa. Pero como lo demostró la reacción internacional antes con la muerte del papa Juan Pablo II, y como lo demostraron ayer nuevamente la multitud multinacional en la Plaza de San Pedro, el líder de la Iglesia Católica tiene una extraordinaria influencia política y moral en todo el mundo.
- Corriere della Sera (Beppe Severgnini)
Me pregunto cuánto durará: no mucho, creo. El silencio, sin embargo, fue ensordecedor en los últimos días del papa Wojtyla y en las primeras horas del papa Ratzinger. Era como si los agnósticos –llamémosles así– hubiesen desarrollado, en tres semanas, un complejo de inferioridad y una extraña envidia. Los católicos rezan, esperan, discuten, se conmueven, dicen que aprecian a Ratzinger, pero lo preferían a Martini, o viceversa. Un amigo sacerdote me cuenta su ansiedad ante el nuevo pontificado. Otro me cuenta, divertido, el comentario de un niño de la parroquia después de haber escuchado al nuevo Papa: “¡Bárbaro! Habla como Schumacher”.