EL MUNDO
› ENTRE WASHINGTON Y PYONGYANG
El tic-tac nuclear
El juego norcoreano del gato y el ratón con EE.UU. va cada día más rápido. El régimen de Pyongyang exigió ayer que Washington retire las armas nucleares que supuestamente tiene desplegadas en Corea del Sur, como condición para retornar a la mesa de negociaciones a seis bandas –cuyo tema es, en realidad, el desarme nuclear del Norte–, estancadas desde junio pasado. Y se supo que EE.UU. está considerando interrumpir los suministros de energía al régimen stalinista como represalia por su decisión de fabricar armas nucleares.
“Las autoridades norcoreanas tienen intención de insistir en la retirada de las armas nucleares que, según los datos en su poder, se encuentran en el sur”, aseguró Konstantin Kosachev, jefe de la delegación de la Duma rusa que se encuentra en Pyongyang. Corea del Norte respondía así a las advertencias de EE.UU. y Japón sobre la posibilidad de llevar en junio próximo la crisis nuclear coreana ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lo que sería interpretado por Pyongyang como “una declaración de guerra”. Además, según Kosachev, las autoridades norcoreanas “hablaron sobre la posesión de armas nucleares como un hecho”, pero no aludieron a supuestos de planes de realización de un ensayo nuclear, como ha denunciado Estados Unidos. No obstante, Kosachev manifestó que “existe información que apunta que Corea del Norte conducirá un ensayo nuclear. Nosotros nos la tomamos en serio”. Pyongyang ya denunció recientemente que la presencia de misiles Patriots en Corea del Sur denotaba que EE.UU. preparaba un ataque “preventivo” contra Corea del Norte.