EL MUNDO
“La idea política, una Europa unida”
Daniel Cohn-Bendit explica en esta entrevista por qué llama a Francia a votar por el “sí” a la Carta Magna europea, el próximo domingo.
Por John Lickfield *
Cualquier entrevista con Daniel Cohn-Bendit se convierte en una charla. El patrón del bar, lo miró y dijo: “Conozco tu cara. ¿No te he visto antes?”. Cohn-Bendit, de jeans, camisa negra y una chaqueta arrugada, hizo una mueca, le apretó el brazo al patrón y se sentó en un rincón. Le murmuré al patrón: “Es Danny Cohn-Bendit”. “Ca alors”, dijo el patrón y salió corriendo a darle un abrazo. “Estuvimos juntos en las barricadas en el ‘68. Somos viejos camaradas.” Para mucha gente, Daniel Cohn-Bendit, de 60 años, será para siempre “Danny el Rojo”, el estudiante revolucionario franco-alemán, que lideró la revuelta estudiantil en París en Mayo de 1968. La verdad es que hace tiempo que Cohn-Bendit se ha metamorfoseado en Danny el Verde, un miembro del Parlamento Europeo, un ecologista “progresista-libertario” y un militante pro europeo.
Otro mayo, otra rebelión francesa, Danny está de vuelta: esta vez del lado del establishment. En la vociferante, confusa campaña por el referendo europeo en Francia, que se dirige hacia un incierto desenlace el próximo domingo. Ha sido el más apasionado, enérgico y persuasivo actor de la campaña por el “sí” (a la Carta Magna europea). Cohn-Bendit ha dado discursos en 39 reuniones políticas. Apareció en una docena de programas de televisión. Fue llamado un “traidor social”. Le han tirado huevos. Ha sido celebrado por el ex presidente Valery Giscard d’Estaing, como un “verdadero europeo, un visionario político”.
A medida que se acerca el día del voto, Cohn-Bendit admite que está ansioso, hasta alarmado. Espera que en los últimos días de la campaña, prevalezca en Francia un instinto europeo, o reflejo y el país votará ajustadamente por el “sí” como lo hizo con el tratado de Maastricht en 1992. Sin embargo, Cohn-Bendit no está seguro que el “sí” gane y teme que su visión de un futuro de Europa no podrá sobrevivir a una derrota francesa. “Un ‘no’ francés será el principio de un período de confusión, o recriminación, de desandar gradualmente lo que ya hemos logrado en Europa. Temo que, por una vez, la prensa de derecha en Gran Bretaña tenga razón. Un ‘no’ francés sería el preludio a un intento de imponer una visión puramente económica de Europa, una visión de mercado. Rupert Murdoch saltaría de alegría.”
Tal alegría puede ser corta, dice Cohn-Bendit. Un “no” francés, que provocaría una cascada de rechazos en otros países, sería “ilegible”. Aun en Francia, habría un “no” de izquierda, uno de derecha, los “no” proeuropeos y los anti-europeos. Un “no” holandés, un “no” checo, o un “no” británico serían distintos a un “no” francés. En tales circunstancias, el único mercado europeo, que hasta los euroescépticos británicos dicen que apoyan, no sobreviviría. Lo extraño de la campaña francesa, para los oídos británicos, es oír a los de izquierda denunciar la Constitución de la UE como un duro capitalismo, un plan thatcherista-reaganista-blairista.
¿Cómo haría campaña Daniel Cohn-Bendit por una Constitución en Gran Bretaña? ¿Usaría los mismo argumentos que en Francia? “Sí, usaría exactamente los mismos argumentos. Si hay que usar distintos argumentos en distintos países, sugiere que uno está ocultando algo.” “A los franceses, les digo: miren al mundo como es hoy día. Su independencia, la de Francia, de Alemania, depende y dependerá más en el futuro de una Europa fuerte, una Europa política, así como de una Europa económica, que defienda sus intereses, que no siempre son los de Estados Unidos y pueden no ser los de China o India.” “Acá, por primera vez, hay un tratado que habla de la UE como una idea política, que habla de la necesidad de políticas sociales, de un mercado social. Aquí tenemos un tratado que está lejos de ser perfecto, pero establece las bases de valores comunes y estructuras más claras para una Europa políticamente fuerte y unida para el futuro”.
“Y a los británicos, les diría exactamente lo mismo. Si ustedes estuvieron un 70 por ciento en contra de la decisión de unirse a los estadounidenses en la guerra contra Irak, como dicen las encuestas, bueno, saquen las obvias conclusiones de ahí. La manera de evitar esas elecciones en el futuro es ser parte de una Europa fuerte.
El padre de Daniel Cohn-Bendit era un abogado que se vio obligado a huir de la Alemania nazi en 1933, después de defender a víctimas de la opresión política y racial. Danny creció en Francia, pero reclamó la ciudadanía alemana en la década de 1960, para evitar el servicio militar francés. Después de los hechos de mayo de 1968, fue expulsado a Alemania como un “indeseable”. Forjó una nueva carrera en la política local, luego verde y europea. Sigue siendo una de las voces más frescas y originales políticamente de Europa: un hombre que quiere quitar las fronteras entre ideologías y países. La noche anterior a nuestra entrevista lo vi en acción en un debate verde por el “sí” en Les Halles en el centro de París. Cohn-Bendit habló brillantemente durante una hora y veinte minutos.
Pretendió ser un profesor de Historia en 2048, mirando hacia atrás el difícil nacimiento de una Europa unida. Para entonces, los estadosnaciones de la UE siguen, pero Europa tiene un único mercado económico fuerte, una única política exterior y una fuerza de defensa. El presidente de la UE, un verde, acaba de ir a Washington para ayudar a los estadounidenses a solucionar su excesiva deuda nacional. Esta es una visión provocativamente utópica. El punto de Cohn-Bendit es ubicar el debate donde dice que pertenece: en la ancha ruta de la historia, no en las callejuelas de peleas personales e ideológicas.
“La gente me dice: Por fin los franceses están tomando en serio a Europa. ¿Lo están? No lo creo. La Constitución está siendo usada, como guijarros, como una fuente de misiles. Siempre se puede minar el texto por la ideas que no nos gustan, pero ese no es el caso. En todo caso, muchos de los argumentos del ‘no’ son falsos. ‘El tratado pondrá fin al estado secular en Francia’. Basura, mentiras. ‘El tratado pondrá fin al derecho al aborto’. Ridículo. Los votos oscilantes en el referéndum son casi todos de los socialistas y los verdes. En parte –dice Cohn-Bendit–, esto es un voto protesta contra un gobierno tambaleante de centroderecha. En parte ha sido fomentado por los ex pro-UE. por el ex primer ministro Laurent Fabius, por motivos de ambición personal.”
Dice que siempre estará comprometido con la política, la alemana, la francesa, la europea. Sin embargo, dice que probablemente no se presentará para el Parlamento Europeo en 2009. “Tendré 64 años. ¿Querré presentarme a los 64?” Le recuerdo una canción de los Beatles: “Will you still need me, will you still feed me, when I’m 64” (¿Me necesitarás, me alimentarás, cuando tenga 64?). Esa canción salió en 1967, el año antes que Danny Cohn-Bendit, de 23 años de edad, se convirtiera en el más famoso revolucionario del mundo.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.