EL MUNDO
› DOS TENIENTES CORONELES PROPONEN UNA TRANSICION “NACIONALISTA”
La “salida cívico-militar” en La Paz
En un clima de tensión social en Bolivia, dos militares que dijeron pertenecer a un grupo castrense pidieron la dimisión del presidente Carlos Mesa, “descartando” un golpe. Los movimientos sociales y los altos mandos de las FF.AA. tuvieron un unánime rechazo.
Pablo Stefanoni
Desde La Paz
La incertidumbre político-institucional que vive el país andino se agravó ayer cuando dos tenientes coroneles pidieron públicamente la renuncia del presidente Carlos Mesa y convocaron a conformar “un gobierno cívico-militar nacionalista”. Mientras, el centro paceño seguía copado por campesinos, maestros, mineros y vecinos alteños en demanda de la nacionalización de los hidrocarburos y la inmediata convocatoria a una asamblea constituyente que “refunde el país”. Con el presidente en Sucre y el Parlamento de receso, no había quién escuchara las protestas, matizadas con ensordecedoras explosiones de cartuchos de dinamita, manipulados con maestría por los mineros. “Estamos viviendo un proceso de desestabilización, que utiliza a dirigentes de movimientos sociales que creen que es el momento de tomar el cielo por asalto para generar un clima de sensación de desgobierno; ha habido dinero para eso”, dijo al final de la jornada el ministro de la Presidencia, José Antonio Galindo.
En la mañana de ayer, dos tenientes coroneles, Julio Herrera y Julio César Galindo –identificados como parte de un movimiento generacional– reclamaron la renuncia del mandatario (rechazando la sucesión constitucional), la conformación de un gobierno cívico-militar, la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria a una asamblea constituyente. Al tiempo que rechazaron las autonomías reclamadas por las “oligarquías” de Tarija y Santa Cruz. Una propuesta coincidente con los sectores sociales movilizados que, sin embargo, desestimaron la posibilidad de plegarse al llamado militar. “No vamos a permitir que algunos se beneficien con nuestras movilizaciones”, declaró el líder alteño Abel Mamani, mientras Evo Morales señaló que los sectores cercanos al MAS se opondrán a un golpe “venga de donde venga”.
“Vamos a nacionalizar los hidrocarburos y todos los recursos naturales estratégicos, aunque eso no significa la expulsión de las transnacionales, sino la firma de nuevos contratos que beneficien al pueblo”, dijo uno de los voceros del “movimiento”, el teniente coronel Herrera, en una entrevista con radio Erbol. Al ser consultado sobre si propicia el derrocamiento de Mesa, Herrera contestó que “sí”, puesto que “en Bolivia ocurre una cosa muy singular: en el Palacio no tenemos presidente y Bolivia no tiene gobierno”. Los militares aclararon que no se proponen un golpe de Estado, sino que buscan evitar que las Fuerzas Armadas “repriman al pueblo como en octubre (de 2003)”.
En una conferencia de prensa en la tarde de ayer, Evo Morales repitió el discurso de los últimos días. “Debemos estar alerta frente a cualquier intento de golpe”, señaló, al tiempo que convocó al defensor del Pueblo y a la Asamblea de Derechos Humanos (APDHB) a “conformar un comité en defensa de la democracia”. “Plantear el cierre del Parlamento es propiciar una dictadura, una cosa son los congresistas y otra el Parlamento como símbolo de la democracia”, dijo a Página/12 el diputado cocalero. Morales puso como condición de un cuarto intermedio en los conflictos que el Congreso le ponga fecha a la asamblea constituyente. Sin embargo, ayer circularon versiones de que el presidente del Parlamento, Hormando Vaca Díez –junto a la antigua megacoalición que sostuvo a Sánchez de Lozada–, podría postergar el inicio de las sesiones –que deben reanudarse el martes– o llevar el Congreso a Sucre. Los legisladores deben discutir la controvertida cuestión de la fecha y la pregunta del referéndum autonómico, y también dar una respuesta a las demandas de los sectores movilizados.
La plaza Murillo continuó siendo acosada por los manifestantes, aunque las escaramuzas con la policía no tuvieron la intensidad de anteayer. En la tercera jornada de protestas, diversas marchas con dificultades para articularse recorrieron el centro de la “hoyada”, repitiendo cánticos de días anteriores y convocado a las fuerzas del ordena “unirse al pueblo”. El ex policía David Vargas –que amotinó a su fuerza en febrero de 2003 y fue dado de baja–le dijo a este diario que la proclama militar “refleja el sentimiento popular” y pronosticó que “en estos días se van a sumar más militares para lograr entregar el gobierno a alguien que pueda tomar decisiones patrióticas”.
El feriado de Corpus Christi de hoy permitirá que la calma vuelva precariamente a las calles de La Paz. Mañana, un ampliado de las juntas vecinales alteñas evaluará el paro cívico indefinido y determinará los próximos pasos a seguir. Claramente, hay dos bloques dentro del movimiento social: el ligado a Evo, que ha desplazado parcialmente la cuestión de los hidrocarburos en favor de la constituyente, y el alteño, articulado en torno de la nacionalización e incluso el cierre del Parlamento, junto al reclamo de constituyente. Las miradas están ahora puestas en los campesinos que han comenzado a bloquear las rutas.
Entretanto, desde el otro “foco desestabilizador”, los dirigentes cívicos de los departamentos orientales de Santa Cruz de la Sierra, Beni, Pando y Tarija se reunieron en la ciudad de Trinidad para coordinar las siguientes acciones de la ofensiva autonomista. Las medidas incluyen la autoconvocatoria a un referéndum sobre autonomías departamentales en caso de que el Congreso no fije la realización de éste para el 12 de agosto. Pese a sus acusaciones, el ministro Galindo no dio ninguna prueba sobre la mano negra que “entregó dinero” para “demostrar que el gobierno no gobierna”. Tampoco explicó cómo la administración Mesa piensa salir de un atolladero difícil de superar con recursos mediáticos.
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