EL MUNDO
Los líderes musulmanes temen una
ola de islamofobia en Gran Bretaña
Las mezquitas son blanco de agresión, en una primera reacción tras los atentados. Los perjudicados creen que el maltrato será peor.
Por Ian Herbert,
Arifa Akbar y Nigel Morris *
Abdul Munim estaba sentado ayer en medio de los chamuscados muros de su humeante mezquita y reflexionaba sobre los niveles de intolerancia religiosa y moral que son ahora mucho peores que cuando adoptó a Gran Bretaña como su hogar, hace 40 años. “Tuvimos tiempos difíciles y yo pensaba que habían quedado en el pasado”, dijo. “Pero ahora, por lo que está pasando en el mundo, es mucho menos seguro. Le decimos a cualquiera que no confía en nosotros, ‘las bombas de Londres fueron terribles’”.
La mezquita Shajala, en Birkenhead, Wirral, fue atacada por dos hombres blancos que echaron nafta en el buzón de cartas y le prendieron fuego. El asistente imán Boshir Ullah quedó atrapado en su dormitorio en el piso superior, mientras el fuego se expandía en la entrada. Equipos de bomberos lo pudieron sacar por una ventana de arriba y extinguieron el incendio. El sentimiento de desesperación del presidente de la mezquita, Munim, fue compartido ayer por altos miembros de las comunidades musulmanas en toda Gran Bretaña que han sufrido un creciente número de ataques de venganza a partir de las bombas en Londres el jueves pasado. Los ataques instaron al más alto líder musulmán a escribir a los imanes en toda Gran Bretaña advirtiéndoles que estuvieran atentos a una ola de islamofobia provocada por las atrocidades en la capital.
Iqbal Sacranie, secretario general del Consejo Musulmán de Gran Bretaña, dijo que racistas habían tirado bombas en mezquitas y atacado otras instituciones islámicas en Gran Bretaña. Saqueos y daños criminales se han reportado en Tower Hamlets y Merton, ambos en Londres, Telford, Leeds, Bristol y Bradford. Anoche, los principales líderes musulmanes en East End de Londres tuvieron una reunión de crisis con la policía.
En Nueva Zelandia, los dirigentes musulmanes reforzaron las medidas de seguridad en sus lugares de oración ayer, después de que las mezquitas fueran atacadas en Auckland. En Birkenhead, Munim insistió en que la comunidad musulmana predominantemente bangladesh merecía algo mejor después de haber trabajado duro para probar que eran la fuerza laboral de siempre. “Somos ciudadanos británicos muy trabajadores y todos nos conocen”, dijo. “Mi hijo, Nazmul fue a la Universidad de Leeds, tiene un master en informática y está aplicando esas habilidades. Sin embargo, las cosas empeoran para nosotros. Cuando vinimos a Merseyside hace 40 años la gente era más amable.” Las rejas en las ventanas de afuera de la mezquita daban fe de que ya habían pasado por un hecho semejante. Fueron instaladas después de los ataques del 11 de septiembre, cuando les pusieron bombas de fuego en los buzones.
La mezquita de Shajala comenzó a sentir la reacción de las bombas de Londres aun mientras los líderes religiosos estaban haciendo plegarias ecuménicas para la tolerancia religiosa al día siguiente de las bombas. Los fieles que se acercaban a la mezquita desde sus hogares se encontraban con unos pocos individuos gritando “Paki, Paki”. Luego, a las 12.35 del sábado, Ullah escuchó lo que parecía alguien “pateando con mucha fuerza” en la puerta del frente, aunque a juzgar por el daño se ve que debe haber usado un hacha. Abrió su puerta y vio las llamas. “Estaba aterrorizado”, dijo. “No había hacia dónde escapar y el fuego se acercaba.” La policía estaba tras dos hombres, que pueden haber comprado la nafta en una estación de servicio cercana.
En el este de Londres, a unos pocos metros de la explosión de Aldgate East, la cerrada comunidad de musulmanes bangladeshes y paquistaníes temen por su seguridad después de que los ataques vandálicos dañaran el frente de la mezquita de Mazahirul Uloom y la escuela en Mile end Road. Los atacantes, que golpearon alrededor de las 3 de la mañana el sábado, usaron fierros y martillos para destrozar 19 ventanas. Faruk Ahmed, el secretario general de la mezquita, dijo: “Los musulmanes deben tener cuidado con su seguridad. No esperábamos que esto sucediera en nuestra mezquita, en el corazón de una comunidad musulmana amante de la paz”
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Celita Doyhambéhère.
Subnotas