Por Ferrán Sales *
Desde Jerusalén

Un terrorista palestino, pertrechado con un cinturón bomba, se suicidó ayer en la entrada de unos grandes almacenes de las cercanías de Tel Aviv, provocando la muerte de tres ciudadanos israelíes y heridas a otras 30 personas, seis de suma gravedad. El atentado fue reivindicado por una facción local del movimiento fundamentalista radical de Jihad Islámica en Cisjordania, que según sus máximos dirigentes de Gaza actuó por su cuenta. Las autoridades israelíes analizan la respuesta a los radicales palestinos, que no detendrá, en cualquier caso, la retirada de Gaza.
El atentado se produjo pocos minutos después de las 18.30, en los accesos a un gran centro comercial situado en las afueras de la ciudad balneario de Netanya, unos 40 kilómetros al norte de Tel Aviv. En ese momento, un grupo de personas esperaba en fila a ser cacheada por los servicios de seguridad, antes de acceder al local para realizar las últimas compras del día. Entre los clientes se colocó el suicida, un joven palestino que, por causas que se desconocen, hizo estallar su artefacto explosivo antes de entrar en el edificio.
La explosión provocó el pánico de los clientes del establecimiento, destrozó vidrieras y vehículos en varios centenares de metros a la redonda e hizo revivir en los israelíes el recuerdo de las escenas trágicas de los atentados suicidas de los cinco últimos años cuando empezaban a creer que éstos habían ya acabado.
Este es el segundo ataque suicida que se produce desde que israelíes y palestinos firmaron el 14 de febrero en Sharm El Sheij un alto el fuego. El anterior atentado tuvo lugar el 25 de febrero en Tel Aviv, en las puertas de un club nocturno donde murieron cinco personas y medio centenar más resultó herido.
Las autoridades palestinas condenaron inmediatamente desde Ramalá el atentado, mientras que desde el gobierno de Israel se acusaba una vez más a la Autoridad Palestina de “no hacer nada contra el terrorismo”. Las autoridades israelíes estudiaban anoche dar una firme respuesta a los radicales palestinos, sin que ello significara poner en peligro el proceso de retirada de la Franja de Gaza, previsto para mediados del próximo mes de agosto.
Horas después del atentado, la célula de Jihad Islámica responsable del crimen hacía llegar a la prensa un video con la imagen y el “testamento político” del autor del ataque: Ahmed Abu Jalil, de 18 años. Ante la cámara de una cinta casera el joven se despedía de sus familiares y aseguraba que su organización seguía comprometida con la declaración de tregua por un año, pero reivindicaba al mismo tiempo el derecho de vengar las violaciones de los israelíes.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.