EL MUNDO
• SUBNOTA › ATENTADO CONTRA EL MINISTRO DE DEFENSA LIBANES
Ahora, un blanco pro-Siria
Por F. S. *
Desde Jerusalén
Elias Murr, de 43 años, el todavía ministro de Defensa, viceprimer ministro y yerno del presidente de Líbano, Emile Lahoud, resultó ayer herido en un atentado con coche bomba. Dos de sus guardaespaldas perdieron la vida y otras 10 personas que pasaban por la zona resultaron heridas, entre ellas la mujer del embajador de México.
El ataque contra Murr, que dejará de ser ministro cuando asuma el nuevo gobierno, es el cuarto atentado terrorista dirigido contra responsables políticos en Líbano desde que el 14 de febrero fuera asesinado en una acción similar el ex primer ministro y dirigente sunnita Rafik Hariri.
Esta vez, a diferencia de las otras tres ocasiones, el objetivo ha sido un dirigente cristiano, vinculado al régimen de Damasco y fiel seguidor de las directrices del presidente sirio Bachar el Assad.
El atentado contra Murr se produjo poco después de las 10 de la mañana, cuando el convoy de vehículos blindados salió de la residencia del ministro en el barrio de Naccache, a una decena de kilómetros al nordeste de Beirut, y se dirigió a uno de los accesos de la autopista. Antes de que el cortejo abandonara la zona, un coche aparcado en una de las calles, y que contenía en su interior más de 40 kilos de TNT, explotó, alcanzando a la caravana del ministro. Murr fue trasladado a un hospital local, donde poco después recibió la visita de su suegro, el presidente Lahud. Desde ese centro sanitario, Murr lanzó un mensaje tranquilizador a la población. Dijo que era necesario “conservar la calma en estos momentos difíciles por los que pasa el país”.
En el período 2000 y 2004, Murr fue responsable del Ministerio de Interior, para pasar después al de Defensa con categoría de viceprimer ministro. Desde su posición de máximo responsable de Interior, dirigió en los últimos años la represión contra el movimiento democratizador, liberal y antisirio que culminó en primavera con la revuelta pacífica que desembocó en la salida de Líbano de las tropas sirias y de sus agentes secretos.
El ministro no sólo atacó a los liberales, sino que también actuó con puño de hierro contra las organizaciones islamistas, que se dedicaron al contrabando de armas y a organizar la resistencia a favor del presidente Saddam Hussein.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
Nota madre
Subnotas
-
Ahora, un blanco pro-Siria