Sáb 16.07.2005

EL MUNDO

“Los autores de los atentados de
Londres se radicalizaron en Europa”

El experto francés Olivier Roy analiza el extremismo islámico en el Reino Unido y en el Viejo Continente. El terrorismo jihadista.

› Por Stefano Liberti *

“Los que cometieron los atentados en Londres probablemente pertenecen a una nueva generación de jihadistas, que dicen pertenecer a Al Qaida, pero no pasaron jamás por un campo de adiestramiento en Afganistán u otro sitio.” El experto Olivier Roy comenta la noticia de que los responsables de las explosiones en Londres son kamikazes. Docente de la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales y del Instituto de Etudes Politiques de París, Roy es autor de diversos libros, como Global Muslim, sobre el fenómeno del fundamentalismo islámico, tanto previo como posterior al 11 de septiembre.
–Profesor Roy, ¿el gobierno británico dijo que los atentados del 7 de julio fueron causados por kamikazes? ¿Medio Oriente llega a Europa?
–Seguramente se trata de una primicia absoluta, desde el momento en que los atentados de Madrid del año pasado fueron causados con explosivo abandonado en los trenes. Dicho esto, no considero legítimo hablar de una dinámica de Medio Oriente llegada a Europa. Hay que recordar que todas las células de Al Qaida, y gente que dice pertenecer a Al Qaida, descubiertas en Europa están constituidas por musulmanes europeos. No hay casos de personas llegadas de Irak o de Palestina para volar en pedazos en Europa. El fenómeno del terrorismo jihadista europeo es una radicalización ocurrida aquí de jóvenes musulmanes, nacidos aquí o llegados a los pocos años de edad. Los mismos datos trascendidos en estas horas hacen pensar que los que cometieron los atentados de Londres son jóvenes de ciudadanía británica o que vivían en Gran Bretaña desde hace tiempo.
–Sin embargo, ¿no piensa que los jihadistas europeos puedan haberse radicalizado como consecuencia del conflicto en Medio Oriente?
–No creo que haya relación directa. Por sus historias individuales vemos que se radicalizan mucho antes de la llegada de los norteamericanos a Irak. Seguramente utilizan el conflicto en Irak y Palestina para tener consenso en la opinión pública musulmana, pero se trata de una referencia puramente oportunista.
–En su opinión, se trataría de una segunda generación de jihadistas que nada tienen que ver con los conocidos campos de Al Qaida en Afganistán.
–Tiendo a diferenciar tres generaciones. La primera, formada por aquellos que, como el mismo Osama bin Laden, se fueron en los años ’80 a Afganistán. En su mayoría provienen de Medio Oriente. Pocos de ellos pasaron por Europa. La segunda generación la forma gente que se radicaliza en los ’90 en Europa y luego va a Afganistán, Bosnia, Chechenia o Cachemira. De este grupo forman parte los pilotos del 11 de septiembre. Ahora existe una tercera generación: personas que se radicalizan en Europa y que entran en acción sin pasar por los campos de Al Qaida.
–Si no pasan por allí, ¿dónde se forman, dónde pasan a la ideología jihadista?
–Se encuentran en Internet o en pequeños grupos. Deciden abrazar la ideología jihadista y, como si fuera una especie de franchising, le roban la marca a Al Qaida. Son reconocidos por Bin Laden, pero no tienen ninguna relación directa con él o con personas de la primera generación.
–¿Cree posible que un grupúsculo de jóvenes que se encuentran en Internet pueda haber organizado un atentado con este grado de sofisticación?
–Creo que un indicio importante será dado por el explosivo. Si resulta que es de origen militar, será evidente que tienen contactos más complejos, o con militares más viejos o con criminales que nada tienen que ver con el universo islámico, tales como mafias o grupos terroristas de otra naturaleza.
–Sería una novedad, alianzas de ese tipo nunca hubo...
–Por el momento no creo que existan, pero considero que tarde o temprano se producirán. Sin embargo, existen conexiones individuales entre los radicales jihadistas y los mafiosos o bandidos. Basta con pensar al caso de Madrid, donde quienes cometieron los atentados les compraron el explosivo a delincuentes españoles a cambio de una enorme partida de hashish.
–¿Qué rol tuvieron los conocidos musulmanes refugiados en Gran Bretaña, como Omar Bakri y Abu Hamza al Masri, en la formación de esta tercera generación?
–Creo que en la actualidad estas personas no tuvieron ningún rol activo. Pero en los años ’90 tenían una real influencia. Baste pensar en Zacarias Massaoui, el famoso atacante número 20 del 11 de septiembre, capturado y bajo proceso en Estados Unidos, que reconoció estar fascinado por Abu Hamza y que había estado en Londres para escuchar sus sermones.
–¿Cómo es posible que los británicos hayan permitido la expresión libre de líderes radicales como Omar Bakri o Abu Hamza, que predicaban abiertamente la violencia y la necesidad de atacar a Occidente?
–Creo que los británicos confundieron las cosas. No entendieron que estas personas no eran disidentes de movimientos políticos originarios de Medio Oriente. Confundieron a aquellos que yo defino como “nacionalistas islámicos”, como por ejemplo el tunecino Rachid Gannouchi, con exponentes del fundamentalismo islámico que no tienen ninguna relación con Medio Oriente, como Abu Hamza y Omar Bakri.
–Entonces, ¿no se prepara un recambio generalizado que podría golpear a disidentes reales?
–No creo que Gran Bretaña cambie su política. Me parece poco posible que los atentados de Londres vuelvan a los británicos más duros respecto de Hamas o del Hezbolá libanés. En cambio, creo que las bombas contribuirán a distinguir entre los movimientos nacionalistas islámicos, dotados de una real estrategia política, que tiene como punto de referencia un país en particular, y los movimientos de radicalización europeos que están en el origen de los ataques terroristas.
–¿Los atentados de Londres decretan el fracaso final del modelo multicultural británico?
–Creo que la real paradoja es que, tras los atentados de Londres, habrá una convergencia europea sobre el modo de tratar la relación con las nuevas generaciones provenientes de la inmigración. Si hace diez años todos pensaban que el propio modelo era el mejor, ahora se tiene conciencia de que ningún modelo funciona, ni el “asimilacionismo” francés ni el multiculturalismo británico u holandés. Vamos hacia una integración europea, una especie de síntesis de dos modelos.
–¿No le parece que esa convergencia se referirá sobre todo a la constitución de un modelo de restricción de libertades?
–Algunas medidas restrictivas de las libertades pasarán seguramente de manera rápida. Sucederá como a fines del siglo XIX, cuando los atentados realizados por los movimientos anarquistas tuvieron como consecuencia un reforzamiento de los poderes represivos de policía. Pero al final no creo que los gobiernos puedan ir más allá sin provocar una reacción en la sociedad civil.

*De Il Manifesto. Especial para Página/12.

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