Lun 18.07.2005

EL MUNDO  › HACE UN AÑO EL MI5 INVESTIGO A SIDIQUE KHAN
Y DECIDIO QUE NO ERA UNA AMENAZA

La desinteligencia con “Mr Khan”

Uno de los cuatro atacantes de Londres estuvo antes en la mira del espionaje, pero luego fue considerado un delincuente común. Mohammed Sidique Khan tenía conexiones con el terrorismo internacional y podría estar ligado a un atentado en Israel.

› Por Ian Herbert y Kim Sengupta *

El atacante de Edgware Road tenía conexiones terroristas internacionales, dio apoyo financiero al terrorismo y podría haber sido un agente en Israel; sin embargo, evadió la atención del MI5 el año pasado porque consideraron que era un delincuente de muy bajo nivel. Mohammed Sidique Khan, de unos 30 años, tenía vínculos con un agente de Al Qaida, visitó escuelas paquistaníes religiosas dirigidas por grupos terroristas y estaba en Israel el año en que los británicos musulmanes Mohammed Hanif y Omar Khan Sharif consiguieron hacer explotar un bar de jazz, Mike’s Place, en la costanera de Tel Aviv. Cada vez se parece más al carismático “Mr Khan”, cuya influencia ya venía generando miedo en la familia del atacante más joven en las semanas anteriores a las explosiones.
Khan también conocía a Mohammed Junaid Babar, un terrorista actualmente en custodia de los Estados Unidos que se declaró culpable de haber entregado apoyo material a Al Qaida, según informaron dos funcionarios de inteligencia norteamericanos. Dicen que le mostraron a Babar fotos de los cuatro atacantes de Londres y que identificó de dos fotografías distintas a Khan como el hombre con el que se encontró en Pakistán.
Esto todavía no ha sido corroborado por los servicios de seguridad británicos; sin embargo, si fuera cierto, entraría en conflicto con la primera hipótesis que sugería que los atacantes eran nativos “limpios” totalmente desconocidos para los servicios de seguridad. Khan, un ex profesor asistente de escuela de Dewsbury, en West Yorkshire, mató a otros seis pasajeros cuando hizo explotar la bomba en la estación de Edgware Road. El número de muertos de las cuatro explosiones –cifra oficial– llegó a 55 en el fin de semana.
Khan se volvió conocido para la policía y los servicios de seguridad el año pasado por una supuesta conspiración que involucraba un camión bomba en Londres, pero fue descartado por ser un mero “criminal asociado” y no se continuaron las investigaciones. Se cree que participó en crímenes de “bajo nivel” como fraudes con tarjetas de crédito. Los investigadores ahora creen que el dinero que fue consiguiendo fue utilizado para actividades políticas y relacionadas con el terrorismo, algo no previsto en un principio.
El trabajo de Khan como profesor asistente le permitió ser parte de una delegación escolar que visitó la Cámara de los Comunes, doce meses atrás. Pero también fue a Pakistán en más de una ocasión, visitando madrassas (escuelas religiosas) dirigidas por Jaish-e-Mohammed, un grupo que ha organizado ataques terroristas en Kashmir y que tiene vínculos con Al Qaida. El grupo está supuestamente prohibido por Pakistán, por presión de los Estados Unidos, pero continúa operando bajo distintos nombres. También se cree que Khan habría ido a una madrassa dirigida por el grupo Jamaat-e-Islami, que es legal y tiene una enorme red de organizaciones subordinadas dentro de Pakistán.
La conexión de Khan con el ataque en Mike’s Place todavía es incierta. Los servicios de seguridad israelíes se niegan a confirmar o rechazar los informes en Ma’ariv, un diario israelí de circulación masiva, que aseguran que visitó Israel en el 2003. Pero fuentes informadas creen que sí ayudó a planear el ataque. Fuentes de la seguridad británica aseguraron que no sabían que Khan había estado en Israel en aquel momento.
Se cree que el servicio secreto israelí, Mossad, está compartiendo información con sus colegas británicos. Según la prensa israelí, otro terrorista nacido en Gran Bretaña, el “atacante-zapato” Richard Reid, también visitó Israel en una misión de reconocimiento antes de intentar explotar un avión con destino a Miami en diciembre del 2001.
Bashir Ahmed, el tío de Shahzad Tanweer, declaró que Khan “preparó” a su sobrino en un gimnasio debajo de la mezquita de la calle Hardy cerca de la casa de la familia en Beeston, Leeds. “Estaba debajo de la mezquita y era el único adulto adentro con Khan. En aquel momento, nadie tenía un problema con eso porque era un profesor respetable,” explicó.
El equipo del gimnasio fue financiado a través de dos préstamos de 3500 dólares de ayuda europea que fueron otorgados al Consejo de la Ciudad de Leeds. Sin embargo, el Consejo aseguró que fue la organización local Kashmir Muslims Welfare Association (Asociación de Bienestar de Musulmanes Cachemiros) –y no Khan– quien pidió el préstamo.
El surgimiento de Khan como una figura central detrás de los ataques es extraordinario, dado los seis meses que una vez pasó aconsejando a adolescentes sobre los peligros de las drogas, un proyecto que terminó con un folleto sobre el tema. El líder del proyecto declaró ayer que Khan había insistido en que una bandera británica debía ser parte del folleto. “He nacido aquí y estoy orgulloso de ello,” había dicho.
La teoría que una figura de Al Qaida –conocida por el MI5– podría haberse escabullido brevemente en Gran Bretaña para supervisar los atentados está cada vez más desacreditada y podría ser un caso de identidad equivocada. Sin embargo, Magdi Mahmoud el-Nashar, que fue arrestado en El Cairo el viernes se considera importante para la investigación. A propósito, el gobierno egipcio rechazó su extradición a Gran Bretaña.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Laura Carpineta.

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