“El PT hizo, desde el punto de vista electoral, lo que se hace en Brasil sistemáticamente”, declaró Inácio Lula da Silva en referencia al financiamiento irregular de campaña, en una entrevista desde París emitida en la noche del domingo en Brasil. Lula también aprovechó para desligarse de la cúpula partidaria que hace semanas renunció: “Hace tiempo que dejé de ser presidente del PT. Cuando me convertí en presidente de la República no participé más de las reuniones de la dirección del partido”. Mientras Lula gozaba de una impasse en Francia, en Brasil las denuncias no pararon. El presidente de la Cámara baja y el de su Comité de Etica, ambos del opositor Partido Progresista (PP), cayeron en nuevas acusaciones, aunque el PP ya ha negado las acusaciones. La oposición pidió a la Justicia Electoral que deje de financiar al Partido de los Trabajadores.
La ex cúpula del PT teme posibles detenciones y ya busca un reparo legal. El ex tesorero, Delubio Soares, y el ex secretario general, Silvio Pereira, elevaron a la Corte Suprema un pedido de “hábeas corpus” el viernes pasado para evitar ser arrestados al declarar otra vez ante la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre las denuncias de corrupción en el partido. La Justicia brasileña falló a favor de los ex dirigentes petistas ayer a última hora. El publicista Marcos Valerio, también en el epicentro de las acusaciones, había recurrido al mismo amparo judicial antes de declarar frente al Congreso. Soares ya puede enfrentar a la Comisión legislativa tranquilo hoy –lo mismo hará Pereira mañana– en donde se le volverá a preguntar sobre los préstamos que tomó su partido ya que los legisladores no quedaron satisfechos con sus declaraciones anteriores.
A poco más de un año de las elecciones presidenciales, el sector más a la izquierda en el PT –unos 30 legisladores– está evaluando dejar el partido. Una posibilidad sería unirse a los miembros de la llamada “facción radical” del Partido Socialismo y Libertad (P-SOL), creado el año pasado por un grupo de disidentes expulsados del PT, por no apoyar la propuesta de reforma previsional presentada por el gobierno. “Sólo nos quedan dos opciones: mantener el esfuerzo por cambiar la cara del partido o salir a tiempo de afiliarnos a otra agrupación”, dijo el diputado Joao Alfredo.
El diario O Estado de Sao Paulo reveló el domingo que la CPI de los Correos tiene el nombre de 22 diputados –incluyendo varios del PP– que habrían recibido mensualidades para votar los proyectos del gobierno nacional. En una nota, el presidente del partido, el diputado Pedro Correa, rechaza las acusaciones por ser “infundadas, calumniosas y difamatorias, sin la presentación de prueba alguna ni de la identidad del denunciante”. La lista habría sido entregada a la Comisión por un ex funcionario del propio PP, según asegura el diario, y en ella figurarían dos importantes dirigentes del partido que hasta ahora no habían aparecido en la ola de denuncias: el presidente de la Cámara, Severino Cavalcanti, y el presidente del Cómite de Etica de la misma Cámara, Ciro Nogueira, el responsable de investigar las denuncias contra los diputados.
Soares y Fernandes admitieron que unos contratos obtenidos por las empresas del publicista Valerio con la empresa estatal de Correos fueron usados como garantías para créditos que el PT obtuvo en la banca privada. “Eso supone una infracción a las leyes electorales”, afirmó el senador José Agripino, del Partido del Frente Liberal (PFL), que también aseguró que, junto con el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) del ex presidente Henrique Cardoso, pedirá que la Justicia suspenda toda financiación pública al PT.