Otra vez Danilo Astori enciende la polémica. Apenas unos días después del choque entre el presidente uruguayo Tabaré Vázquez y su ministro de Economía, Danilo Astori, por la partida presupuestaria de la educación, el ministro vuelve a escena con un nuevo desafío para el gobierno frenteamplista: el cobro de una matrícula universitaria. Es parte de una iniciativa para ir disminuyendo la relación de dependencia con el FMI. Para lograrlo necesita un gasto público “prudente” y una mayor participación de “deuda soberana”, es decir, sin condicionamientos para el país. A pesar de las explicaciones, la propuesta ya despertó escepticismos y críticas. El rector de la Universidad de la República, Rafael Guarga, advierte de los “problemas sociales” que podría generar y el fortalecimiento de la “fuerte barrera geográfica” que ya existen dada la centralización de la riqueza y la educación en Montevideo.
Astori defendió su propuesta: “Veo muy mal que las familias que tienen posibilidades estén subsidiadas por la sociedad en su conjunto. Y me parece peor que recibamos estudiantes del exterior que estudian gratis, que están financiados por el pueblo uruguayo y después vuelven a sus países con los títulos”. La otra cara está personificado por Guarga. Utilizando el caso chileno, advierte de las consecuencias de este tipo de medida: “Allí hay jóvenes de modestos recursos que ingresan a la universidad pagando matrícula y que después no pueden seguir pagando, tienen que ser expulsados.” No es la primera vez que surge el tema. En 1998, la universidad, por iniciativa propia, había decidido votar si se impondría o no una matrícula a los estudiantes. Se impuso el mantener la universidad gratuita.
El senador del Frente Amplio (FA), Alberto Couriel, le dijo a Página/12 que “como bancada siempre estuvieron en contra por dos razones. Primero, lo que se recauda es extremadamente limitado. Y lo segundo es que nosotros queremos la redistribución a través de una reforma tributaria”. Además destacó que el tema no se ha discutido entre los legisladores del Frente Amplio: “no estando en la ley de presupuesto no la discutimos.”
El ministro también aprovechó, en su aparición televisiva del domingo a la noche, para presentar algunas de las metas económicas formuladas en el proyecto de Presupuesto presentado la semana pasada para los próximos cinco años. Quizá la más importante es la ambición de llegar a amortizar el 40 por ciento de la deuda. Asimismo, aseguró que desde que asumieron, en marzo pasado, hasta finales de julio se crearon 10.700 puestos de trabajos nuevos. Con este precedente planean crear otros 30 mil el año que viene y unos 25 mil en el 2007. Durante la tarde de ayer la bancada oficialista estuvo reunida con Astori para debatir los lineamientos generales del presupuesto. Según fuentes parlamentarias, no se estaría discutiendo nada crítico sino solamente las ideas básicas.
La universidad laica y gratuita fue siempre defendida por el Frente Amplio. Lo mismo sucedió con la partida para educación de 4,5 por ciento del presupuesto que provocó la fuerte confrontación en el gobierno la semana pasada, que llegó a incluir una renuncia express del ministro de Economía. El sentido común diría que esta nueva propuesta de la cartera va a provocar un nuevo choque con los principios que defiende el presidente y que le reclama su base política.