Mié 28.09.2005

EL MUNDO

“Por primera vez un Papa ha elegido a su sucesor”

Josef Ratzinger fue elegido mucho antes del cónclave. La decisión le vino de un Papa antes de morir: Juan Pablo II. Y la seguridad mundial está peor, según el vaticanólogo y experto antiterrorista Eric Frattini.

Eric Frattini es asesor externo en terrorismo islámico para las fuerzas de seguridad de España. El autor de Secretos Vaticanos: de San Pedro a Benedicto XVI, cuyo acento español hace pasar inadvertido que haya nacido en Lima, conversó con Página/12 de visita por Buenos Aires.
–¿Cuánto hay de cierto en que Benedicto XVI haya sido elegido cuatro meses antes de la reunión del cónclave?
–Yo creo que a Josef Ratzinger lo eligieron más de cuatro meses antes. Podemos decir que es la primera vez que un Papa elige a su sucesor. De los cardenales que participaron del cónclave que nombró a Benedicto XVI, sólo dos no habían sido nombrados (cardenales) por Juan Pablo II sino por Pablo V, que eran el propio Ratzinger y el filipino Jaime Sin. Los que dirigían los sectores más importantes dentro del cónclave formaban parte del aparato de gobierno de Juan Pablo II y por supuesto de Ratzinger, porque éste dirigía la Congregación para la Doctrina de la Fe, que con la Secretaría de Estado representan lo más jerárquico.
–Ha trascendido que el arzobispo argentino Jorge Bergoglio podría ser elegido como el segundo del Vaticano, sucediendo a Angelo Sodano.
–No se sabe. Ratzinger ha ratificado en los cargos a todos los presidentes de comisiones pontificias y ministerios. Está todo intocable.
–Siendo el actual Papa un “guardián de la ortodoxia”, ¿la parte más progresista de la Iglesia hará algo o se mantendrá callada?
–No. En el caso de los jesuitas, tú sabes que son la única orden religiosa que le debe obediencia ciega al Pontífice, por lo tanto no van a decir nada. Desde que Benedicto XVI ha sido elegido Papa, ha cesado a 14 jesuitas en puestos de responsabilidad. La Iglesia no va a decir nada porque quien elige a su máximo líder es un grupo de cardenales elegidos a su vez por el Papa anterior. Le dan ese aire de democracia que no tiene.
–Conforme la opinión pública mundial, que es cada vez más liberal, ¿la Iglesia se quedará como una gran institución con iglesias vacías?
–La institución no está evolucionando. ¿Dónde está perdiendo más adeptos? Por ejemplo, en Brasil. Han perdido 4 millones de fieles católicos en los últimos cinco años. La Iglesia no se supo adaptar al papel de la mujer. Hace poco, Leonardo Boff dijo: “La Iglesia Católica le da el poder a la mujer de aceptar de que pudo crear a Dios, pero no para que dé misas”. Otro ejemplo, en España, con el matrimonio de homosexuales. Los gays, algunos practicantes, se sienten excluidos.
–Yendo al tema terrorismo, ya que usted es experto en terrorismo islámico, se ve que ha habido un rápido accionar para investigar los atentados del 11-M y 7-J (Madrid y Londres). ¿Hubo una cooperación de inteligencia?
–Soy muy crítico con los errores cometidos por la CIA en el 11-S, por el CNI (Centro Nacional de Inteligencia español) en el 11-M; los errores cometidos por el MI5 –contraespionaje británico– con respecto al atentado en Londres. Combatir el terrorismo islámico es muy difícil, porque principalmente se basa en ataques de células. Y las células son gente que puede ser tu vecino, que permanecen en el país siendo tu vecino por 30 años y de repente le llaman por teléfono y le dicen: “Hay que cometer un atentado en equis lugar mañana”, y al otro día hace estallar su cinturón-bomba. Es un terrorismo al que le llamamos “valiente”, porque el terrorista “cobarde” –el de ETA, por ejemplo–, que te pone una bomba aquí y necesita toda una infraestructura para poder escapar, necesita coches con matrículas falsas, son más fáciles de detectar. Con el caso de las células que actuaron en España, todos los líderes de las células llevaban años trabajando legalmente; había uno, el tunecino, que incluso había estudiado con una beca del gobierno español. Otro tenía negocios de locutorio; uno de los miembros mandaba a sus hijos a colegios católicos para pasar desapercibido. Por eso son muy difíciles de detectar.
–¿Pero no se reveló rápidamente quiénes los cometieron?
–Bueno, porque cometieron muchos errores. En el caso de Londres se inmolaron y quedaron grabados en las cámaras. En España tuvimos muchísima suerte porque de las 14 bombas sólo explotaron 13 porque habían programado la tarjeta con un mismo número de teléfono de otra de las tarjetas y una recibió la señal antes que la otra. En la tarjeta que no explotó había una huella dactilar.
–¿Qué puntos débiles representa Katrina que podría ser capitalizado por los terroristas?
–Katrina ha sido un shock para todo el mundo. La foto de tapa de Time de un gran fardo bajado de un avión que decía: Ayuda de Sri Lanka para el pueblo de Estados Unidos. Alucinante cómo ha cambiado el mundo. El embajador estadounidense vino al gobierno de Zapatero a pedirle petróleo, estamos mandando barcos con gasolina. ¿Ese es el país que marca la política mundial?
–¿Son vulnerables las infraestructuras de EE.UU. a un atentado?
–Sí, como las españolas, argentinas, británicas. ¡Más en guardia que estábamos nosotros después del 11 de septiembre! Y 14 personas se metieron con bombas en trenes. Yo hice en el año 2002 un programa que se llamaba Seguridad en los aeropuertos, consistía en llevar una cámara oculta y me colé en 6 aeropuertos europeos y subí a los aviones con cutter, como Mohammed Atta el 11-S. No. Las infraestructuras no están más seguras.
–Se ha dicho que un próximo atentado sería en Roma, siendo Berlusconi un aliado incondicional de George W. Bush en Irak.
–Creo que antes debería ser en Holanda. Primero fue España, donde pagamos la foto de Azores, donde salió Aznar con Bush y Blair fumando puros. Allí dejamos de ser neutrales. Holanda es uno de los contingentes más fuertes en Irak, después de Gran Bretaña.
–¿Qué conocimiento tiene de células durmientes en Europa?
–Se dice que en España habría 5 mil miembros de células durmientes, cifras que son difíciles de corroborar. Yo denuncié que había una pequeña mezquita en el centro de Madrid –de la que saló la célula de apoyo al atentado de Londres–, que se reunían en Tetuán, un barrio árabe. La policía me dijo que era un alarmista. ¿Qué pasó? De los 22 encausados por el 11-M, 20 asistían a las reuniones en esa mezquita. Tuvimos que esperar a tener 192 muertos para cerrarla.

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