Un tercer británico musulmán al que le dispararon durante un peregrinaje en Irak murió ayer mientras el país experimentaba una ola de secuestros en la que once extranjeros fueron tomados como rehenes en 48 horas. Yahay Gulamali, de Greenford, Londres, fue baleado por la espalda y murió en el Hospital Iban Senna de la fortificada Zona Verde de Bagdad. Había sido llevado ahí desde el Hospital Yarmukh para someterlo a cirugía de emergencia. Dos de sus compañeros habían muerto en el mismo ataque y otros dos fueron heridos.
La policía iraquí cree que los británicos pueden haber sido seguidos antes de que hombres armados que viajaban en dos automóviles abrieran fuego contra su minibus, cuando regresaban a Bagdad desde el santuario chiíta de Karbala. El grupo de cinco ingleses, incluyendo una mujer, había hecho los arreglos para su viaje abiertamente, dejando saber sus movimientos, dijo una fuente de la policía. A su vez, una mujer alemana y su chofer iraquí y seis peregrinos iraníes fueron secuestrados en incidentes separados en un día. Esto sucedió después del secuestro de cuatro trabajadores de asistencia humanitaria, incluyendo a Norman Kember, un profesor retirado de 74 años de Pinner, Londres, a dos canadienses y a un estadounidense. Según fuentes de la policía, es probable que Kember y sus compañeros, miembros de la sociedad de caridad Christian Peacemakers, hayan sido aprehendidos por un grupo sunnita, por el área donde habían desaparecido. Pero el viceministro de Interior, Hussein Kamal, dijo que ningún grupo había reclamado la responsabilidad. La alemana Susanne Osthoff, una arqueóloga de 43 años, y su chofer desaparecieron mientras viajaban a una excavación. Un video que mostraba a los dos sentados en el suelo con los ojos vendados, rodeados por tres hombres armados, uno sosteniendo un lanzagranadas, fue entregado en las oficinas de la emisora alemana ARD en Bagdad.
En la grabación los secuestradores amenazan con matar a Osthoff, que habla fluidamente árabe y vivió en Irak durante años, a menos que el gobierno alemán deje de cooperar con la administración iraquí apoyada por Estados Unidos. Alemania está entrenando a miembros del nuevo ejército iraquí en bases fuera del país. Los funcionarios iraquíes y estadounideneses dijeron que no podían dar por descontado que la racha de ataques a los extranjeros estuviera relacionada con la reapertura del juicio a Saddam Hussein. Sin embargo, siempre existe la posibilidad de que los rehenes sigan en cautividad hasta las elecciones nacionales del 15 de diciembre. Más de 200 extranjeros han sido secuestrados desde la invasión liderada por Estados Unidos y 52 fueron asesinados. Al mismo tiempo, miles de iraquíes han sido secuestrados y muertos.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12