Dom 09.04.2006

EL MUNDO

Preparándose para la amenaza de afuera (y adentro) contra Chávez

Venezuela está entrenando milicias populares. Oficialmente, es para repeler una eventual invasión de EE.UU., pero se cree que es también contra grupos antichavistas financiados por Washington para espolear una rebelión militar.

Por Andrew Buncombe *
Desde Washington


El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, está reclutando y entrenando una milicia popular para ayudar a conducir una “guerra de resistencia” contra lo que él alega es la amenaza de una invasión estadounidense. Amas de casa, estudiantes, obreros de la construcción y los desocupados están siendo reclutados para la Guardia Territorial del país. Las primeras sesiones de entrenamiento con armas de fuego ya han tenido lugar. “Puedo asegurarles sin dudarlo que también en esta batalla derrotaremos al imperio estadounidense”, dijo Chávez en un discurso la semana pasada. Ex oficial del ejército devenido político luego de un fallido intento de golpe en 1992, Chávez ha invocado el fantasma de una invasión estadounidense tan seguido que el embajador de Washington, William Brownfield, dijo en público el año pasado que “Estados Unidos nunca ha invadido... ni nunca invadirá Venezuela”.

Aunque Venezuela es un importante proveedor de petróleo de Estados Unidos, las relaciones entre la administración Bush y Chávez, un estridente crítico de las políticas de libre mercado apoyadas por Washington, se mantienen tensas. Como resultado, se ha convertido en un héroe para muchos latinoamericanos de izquierda opositores a Estados Unidos. Señalan que Washington tiene una larga historia de apoyar a rebeldes que buscan derrocar gobiernos izquierdistas democráticamente electos en América latina. Más recientemente, la administración Bush apoyó a líderes empresarios que forzaron la salida del líder electo de Haití, Jean Bertrand Aristide. En 2002, altos funcionarios de la Casa Blanca mantuvieron reuniones con opositores a Chávez que orquestaron un golpe de corta vida. Washington dio la bienvenida rápidamente al nuevo gobierno, sólo para que Chávez derrotara el golpe antes de las 48 horas. En 2004, se reveló que la Fundación Nacional para la Democracia, financiada por el Congreso norteamericano, ha otorgado un millón de dólares a grupos que buscan un voto de no confianza contra Chávez. Algunos analistas creen que la motivación real detrás de la milicia es protegerse contra una posible revuelta por elementos de las Fuerzas Armadas venezolanas –parte de las cuales apoyaron el golpe de 2002–. “El único ejército convencional que podría amenazar a Chávez es el de la propia Venezuela”, escribió Sam Long, observador de larga data de América Latina, en un reciente análisis para el International Relations and Security Network.

Larry Birns, director del Consejo sobre Asuntos Hemisféricos, dijo: “Esta milicia está allí para proteger la revolución. No hay posibilidades de que Estados Unidos invada Venezuela, pero hay posibilidad de que incesantemente busque facciones dentro de las fuerzas armadas venezolanas para inducir... a sus elementos a que se rebelen”. Chávez, que fue elegido por primera vez en 1998 y ganó un referéndum de no-confianza en 2004 con tres quintos de los votos, es tan detestado por la rica elite de Venezuela como es amado por los pobres. Ha gastado millones de dólares de ingresos petroleros en programas gratuitos de salud y educación en los barrios. Su presidencia ha visto mejoras en indicadores de salud y de alfabetismo.


* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Virginia Scardamaglia.

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