Mar 18.07.2006

EL MUNDO  › ASCIENDEN A 210 LAS VICTIMAS POR LOS ATAQUES ISRAELIES CONTRA EL LIBANO

Guerra abierta entre Israel y Hezbolá

Por primera vez, las fuerzas militares israelíes invadieron por tierra el sur del Líbano, pero luego se replegaron. La guerrilla libanesa volvió a lanzar misiles sobre la ciudad de Haifa, destruyendo un edificio e hiriendo a varias personas.

Israel y Hezbolá dieron un paso más hacia una guerra abierta. Israel entró al sur del Líbano ayer por la tarde, mientras continuaba con sus ataques aéreos, que mataron a 59 civiles. La guerrilla libanesa volvió a dirigir sus misiles contra la tercera ciudad más importante de Israel, Haifa, donde un edificio quedó destrozado y varias personas heridas. La comunidad internacional, mientras tanto, mantuvo la tibia posición consignada en la declaración de la cumbre del G-8 del domingo pasado. En medio de este precario escenario, el conflicto amenaza con expandirse aún más. Por un lado, los incesantes ataques israelíes podrían provocar una crisis de refugiados en Siria, que ya recibió a más de 120 mil personas. Por el otro, según milicias palestinas, otro soldado habría sido secuestrado, esta vez en Cisjordania.

Las acciones y la retórica del gobierno israelí se endurecen día a día. Luego de una breve invasión al sur libanés, el ministro de Defensa, Amir Peretz, explicó que las Fuerzas Armadas están buscando crear una zona de seguridad para evitar el ingreso de militantes de la milicia chiíta libanesa a esa región. Este territorio funcionaría como un tapón, separando a las comunidades israelíes de las libanesas, en gran parte dominadas por Hezbolá. Sin embargo, legalmente se trata de una violación a la soberanía libanesa y una nueva ocupación israelí a una parte de un país vecino. Peretz, líder del laborismo, adelantó que sólo cesarán los ataques cuando se haya anulado por completo la capacidad de Hezbolá para bombardear a Israel. El jefe adjunto del Estado Mayor israelí, el general Moshe Kaplinsky, ya le puso plazo a ese objetivo: una semana más.

Pero la situación podría complicarse más de lo que previeron inicialmente las autoridades israelíes el miércoles pasado, cuando comenzaron los ataques contra el Líbano. Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el brazo armado del movimiento palestino Al Fatah, anunciaron la captura en Cisjordania de otro soldado israelí, aunque todavía no fue confirmado por Tel Aviv. Según informó el página web israelí Ynet, en esta emboscada a una unidad militar israelí también murió un soldado y otros seis resultaron heridos. Los medios israelíes afirmaban ayer que los militantes de Hezbolá habrían pedido a las milicias palestinas en Cisjordania que multipliquen sus ataques para forzar la apertura de un tercer frente militar a Israel.

Pero no sólo Hezbolá quiere abrir otros frentes militares. El premier israelí, Ehud Olmert, volvió a involucrar a Irán y a Siria en el conflicto. “Las organizaciones terroristas contra las que luchamos son las que ejecutan las órdenes del eje del mal Teherán-Damasco”, aseguró Olmert en un discurso ante el Parlamento israelí. Ante las posibles intenciones belicistas de Israel, Siria ya adelantó que si es agredida responderá de manera contundente. Irán, la otra pata de la amenaza regional, también se adelantó a cualquier ofensiva israelí y dijo que si Damasco es atacada, el gobierno islámico la defenderá.

Al cierre de esta edición, Hezbolá había lanzado otros 50 misiles. Los ataques más fuertes tuvieron otra vez como objetivo la ciudad portuaria de Haifa. Después de una primera ola de misiles que cayeron en zonas descampadas, Hezbolá lanzó una nueva ronda a la tarde y destrozó un edificio de tres pisos. En la ofensiva tres personas resultaron heridas y se creía que otros dos civiles estaban atrapados bajo los escombros. El resto de los misiles Katiusha cayeron cerca de las Alturas del Golán y en las ciudades de Carmiel, Meron y Safed, con cinco heridos. En la madrugada de hoy, Israel intentaba evacuar estas comunidades fronterizas, pero los habitantes se resistían.

Los ataques israelíes al Líbano, en cambio, sí dejaron víctimas. Unas 68 personas murieron, entre ellas nueve soldados. Las fuerzas israelíes volvieron a atacar al ejército libanés. Dos cuarteles fueron bombardeados varias veces anoche. Según el Ministerio de Sanidad libanés, los muertos ya ascienden a casi 210 y los heridos casi llegan a los 450. Anoche, Israel retomó los ataques aéreos contra Beirut y el sur libanés. Según eldiario Haaretz, la fuerza aérea israelí destruyó al menos 10 misiles de largo alcance hechos en Irán.

La comunidad internacional, mientras tanto, está lejos de tomar cualquier iniciativa significativa. El primer ministro francés, Dominique de Villepin, se reunió con su par libanés, Fuad Siniora, y pidió una tregua humanitaria inmediata. Sin embargo, simultáneamente, el embajador ante la ONU de ese país, Jean-Marc de La Sabliere, aseguraba que la creación de una fuerza de estabilización internacional es solamente una idea. Esta declaración llegó después de que Israel rechazara esta propuesta por considerarla muy prematura. En cambio, Estados Unidos mantiene una postura muy clara. El embajador ante la ONU, John Bolton, no sólo cuestionó la efectividad de una eventual misión de paz, sino que además aseguró que las víctimas libanesas no son moralmente equivalentes a las que mueren en un ataque terrorista.

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