El líder de Fatah y presidente palestino, Mahmud Abbas, y el premier Ismail Haniyeh –de Hamas, en el poder– acordaron negociar la formación de un gobierno de unidad. Israel tendría que liberar a los ministros y diputados capturados tras el secuestro del soldado en Gaza.
› Por Georgina Higueras *
Desde Jerusalén
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y el primer ministro y dirigente de Hamas, Ismail Haniyeh, se reunieron ayer en Gaza y llegaron ayer a un acuerdo para negociar la formación de un gobierno de unidad, con el que poder romper el bloqueo que padece Palestina desde que ganaron las elecciones los islamistas de Hamas, que no reconocen el derecho a la existencia de Israel. Las negociaciones se basarán en un programa conjunto, ya elaborado, que incluye implícitamente el reconocimiento del Estado judío.
“Hemos aceptado iniciar discusiones para formar este gobierno, basado en un Acuerdo de Unidad Nacional”, dijo Haniyeh, quien, según su portavoz, advirtió a Abbas que el gobierno no podrá formarse hasta tanto Israel no ponga en libertad a los ministros y diputados capturados en represalia por el secuestro de un soldado israelí cerca de Gaza, hace seis semanas. Precisamente el pasado martes, Egipto, que trata de mediar en el conflicto, presentó a Hamas y a otros grupos militantes de Gaza una propuesta para tratar de resolver la crisis, que ha causado ya la muerte de 170 palestinos en la cadena de ataques desatada por Israel.
Los mediadores proponen la entrega del soldado Gilad Shalit a las autoridades egipcias a cambio de que Israel libere a 600 palestinos, en los que se incluyen a mujeres y niños. Posteriormente, Israel pondría en libertad a un grupo de presos con largas condenas o que hace tiempo que están encerrados. El gobierno de Israel ha rechazado, hasta ahora, cualquier tipo de intercambio de prisioneros por Shalit, que fue capturado por hombres armados de Hamas y otros grupos en un ataque en la frontera el 25 de junio.
Haniyeh sugirió que el gobierno de unidad nacional dará un respiro a Gaza, aislada de buena parte de la comunidad internacional desde que Hamas formó su gabinete, tras el triunfo en las elecciones generales del 25 de enero, que acabaron con el poder de Al Fatah, el movimiento que preside Abbas.
Estados Unidos ha presionado a Abbas para que destituya al gobierno de Hamas y forme uno de tecnócratas que nada tengan que ver con los islamistas, pero la capacidad de maniobra de Abbas está limitada por la mayoría que Hamas tiene en el Parlamento. En una visita a Ramalá, hace tres semanas, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, dijo al presidente palestino que Washington se opone a un gobierno de unidad nacional si no conlleva el reconocimiento de Israel y de los acuerdos internacionales y la condena del terror.
Abbas y Haniyeh adoptaron la decisión durante una reunión de dos días. El presidente de la Autoridad Palestina llegó a Gaza el martes y supuestamente también abordó con el primer ministro la oferta de mediación egipcia sobre el soldado israelí. Haniyeh, que condenó el secuestro de Shalit, dijo la semana pasada que esperaba que se llegara pronto a un acuerdo para su liberación. Israel, que de momento ha frenado su ofensiva en Líbano desatada por el secuestro de dos soldados, prosigue sus ataques contra Gaza. Un bombardeo aéreo acabó ayer con la vida de un militante palestino y de su padre.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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