EL MUNDO
Turquía también tiene elecciones anticipadas en noviembre
Un viceprimer ministro turco pidió el adelantamiento de las elecciones a noviembre y ayer el otro vicepremier renunció, vaciando la coalición del enfermo premier Bulent Ecevit.
Crisis política, económica y social y luego llamado a elecciones anticipadas. Eso es lo que parece ocurrir con cada buen alumno del FMI. Le pasó a Argentina y ayer fue el turno de Turquía. El mismo país que en 1998 recibió un salvataje de los organismos internacionales y que acordó con ellos metas macroeconómicas ahora debe reconsiderar sus metas políticas. El ex mano derecha de Ecevit y viceprimer ministro Husamettin Ozkan renunció ayer a su cargo, haciéndose eco del pedido del fin de semana del Partido Acción Nacionalista (MHP), socio derechista de la coalición gobernante, para que el Parlamento fuera convocado desde su receso de verano para llamar a elecciones para noviembre.
Ozkan mantenía fuertes enfrentamientos con Ecevit, que está muy enfermo, pero era el artífice de la coalición de tres partidos durante los tres años de luchas políticas por las duras reformas económicas apoyadas por el FMI. Los mercados y la lira turca se desplomaron.
La renuncia de Ozkan fue seguida por la de 15 diputados del Partido Demócrata de Izquierda (DSP) del propio Ecevit y de tres ministros. El otro viceprimer ministro, Devlet Bahceli, cuyo partido MHP tiene 127 de las 550 bancas del Parlamento, una menos que el DPS de Ecevit, anunció que los legisladores deben volver del receso de verano. “La incertidumbre empeora. El Parlamento debe ser convocado en septiembre tras el receso del verano y allanar el camino para elecciones en noviembre”, dijo. “Ecevit estará al frente de un gobierno que supervisará las elecciones”, agregó. Fue Bahceli quien el fin de semana encendió la mecha de la crisis, al pedir la convocatoria a elecciones anticipadas en noviembre.
Los diarios turcos mencionaron rumores de que Bahceli sospechaba de maniobras del viceprimer ministro Husamettin Ozkan para alejar al MHP del gobierno y aliarse con la oposición conservadora del Camino Verdadero (DYP), con 84 bancas, y tomó la iniciativa. Lo que no está claro es cuál es el horizonte que aparece luego de este terremoto político. En la actualidad, los sondeos de opinión sugieren que los partidos que conforman la coalición pueden fracasar en mantenerse unidos antes de las elecciones, y que el Partido Islámico AK podría verse beneficiado.
Ozkan y el ministro de Cultura, Istemihan Talay, dijeron que sus renuncias se debieron al quiebre de confianza en su relación con Ecevit.
Los otros dos ministros que presentaron su renuncia son Recep Onal y Mustafá Yilmaz. En una declaración escrita, Ozkan destacó que en la reunión que mantuvo hoy con Ecevit le quedó claro que éste ya no requiere sus servicios. En una entrevista, Talay dijo que ya no confía en la DSP y en Ecevit para conducir el país. En mayo pasado, Ecevit fue hospitalizado dos veces y desde entonces no estuvo en condiciones de volver a la residencia oficial. Pero él se niega a nombrar un sucesor o abrir el juego político para su salida del poder.
La lira turca, que perdió la mitad de su valor en la crisis financiera del año pasado, cayó a un mínimo histórico de 1.680.000 por dólar en las primeras operaciones y al bolsa se desplomó seis por ciento.
El ministro de Economía, Kemal Dervis, en lo que se vio como un intento de apoyar a la lira, dijo que “no debe haber razones para desviarnos de nuestras metas económicas, con el apoyo del FMI”. Apenas la semana pasada los líderes de los tres partidos de la coalición prometieron conducir el gobierno hasta el final de su período de cinco años que termina en abril del 2004.