El estado mexicano de Michoacán, tierra de Lázaro y Cuauhtémoc Cárdenas y bastión del partido opositor de centroizquierda PRD, fue el escenario elegido para la ofensiva antinarco de Calderón.
› Por Francesc Relea*
Desde México
El estado mexicano de Michoacán es el escenario elegido por el gobierno de Felipe Calderón para poner en marcha el primer gran operativo contra el narcotráfico y el crimen organizado. Cerca de 5400 miembros del Ejército, de la Armada y de la Procuraduría General de la República y 1600 policías han sido movilizados para recuperar el terreno ganado por las bandas delictivas en ese estado. En la presentación del operativo, las máximas autoridades del área de seguridad dijeron con cierto aire triunfalista que en los primeros compases se había logrado la detención de 56 personas que eran pedidas por la Justicia y el decomiso de armas y plantaciones de marihuana.
Michoacán se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los estados más violentos, donde los carteles de narcotraficantes libran una cruenta batalla por el control de las rutas de distribución de droga. Desde enero de 2006 han muerto 542 personas bajo las balas. El mes pasado el problema del narcotráfico en el estado volvió a captar la atención del gobierno federal y del resto del mundo después de que cinco policías y un agente del Ministerio Público fueran acribillados con más de 600 tiros. Esto, más el asesinato de 30 jefes de la Policía en lo que va del año, puso la amenaza del crimen organizado en lo más alto de la agenda de la nueva administración de Felipe Calderón.
El poderío de los sicarios se refleja en el sofisticado armamento, que incluye lanzacohetes capaces de perforar vehículos blindados, y en su brutalidad. Diecisiete de las víctimas del narcotráfico en lo que va del año fueron decapitadas. “Ojalá que no sea una presencia fugaz y permita reducir la incidencia de los actos violentos en Michoacán”, dijo el gobernador de ese estado, Lázaro Cárdenas, del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD). Cárdenas, perteneciente a una de las grandes familias políticas mexicanas, había pedido en varias ocasiones la intervención de las autoridades federales.
Michoacán no es el único estado que está siendo azotado por la violencia del narcotráfico. Los estados vecinos, Guerrero por ejemplo, previendo una ola migratoria de sicarios, ya comenzaron a reforzar sus controles y su seguridad. También se escucharon algunas voces que piden que se repita el operativo de Michoacán en otras partes del país. La demanda más clara hasta ahora fue la del Consejo Empresarial Veracruzano. En el norte del país, mientras tanto, ya se venían realizando operativos de menor escala pero que incluían la coordinación de miembros del Ejército nacional con agentes provinciales y municipales.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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