Nuevos explosivos fueron encontrados ayer en el norte de España, en el segundo hallazgo de este tipo tras el atentado del sábado pasado en el aeropuerto de Barajas, Madrid, atribuido al grupo separatista vasco ETA. Además, una amenaza de bomba que resulto falsa provocó la evacuación del aeropuerto de Bilbao, en el País Vasco, mientras que un avión que estaba a punto de despegar en el aeropuerto de Tenerife debió suspender la maniobra y sus ocupantes abandonar la nave. Después del atentado del sábado, que causó la muerte de dos ecuatorianos, el jefe de gobierno José Luis Rodríguez Zapatero dio por “liquidado” el diálogo con ETA.

La policía vasca encontró ayer 80 kilos de nitrato de amonio, con el que se fabrica el explosivo amonal, y material para accionar bombas, como detonadores y temporizadores. Los elementos estaban en una mochila y en un recipiente plástico enterrado en el suelo en la localidad de Atxondo. “También se encontraron manuales, habitualmente utilizados por la banda terrorista ETA para la fabricación de artefactos explosivos”, añadió la policía vasca en su comunicado. Estos nuevos descubrimientos tienen lugar un día después del hallazgo de cien kilos de explosivos en un bidón, en las proximidades de un coche abandonado, también en Atxondo, que constituían una bomba a la cual sólo le faltaba el detonador para ser activada.

Según el Ministerio del Interior, en el estado actual de las investigaciones no se puede saber si los explosivos encontrados ayer estaban destinados a un atentado contra edificios o contra personas, ni el lugar donde los terroristas pensaban instalar la bomba ni el día que tenían previsto para ello. “Hay muchas líneas de investigación abiertas, y cada uno puede darles el valor que quiera”, afirmaron fuentes de la Consejería.

En tanto, el estacionamiento del aeropuerto de Bilbao fue evacuado ayer de forma preventiva tras la recepción de un llamado en nombre de ETA que alertaba sobre la colocación de una bomba. Horas después de la evacuación, la policía anunció no haber hallado algún explosivo en el aeropuerto, que recuperó su actividad normal tras comprobarse que la amenaza de bomba era falsa.

Por otra parte, los servicios de rescate trabajaban ayer para recuperar el cadáver de uno de los dos ecuatorianos muertos en el atentado de Barajas. Los rescatistas encontraron el jueves el auto donde se hallaba la víctima, Diego Armando Estacio, un joven ecuatoriano de 19 años. Pero las tareas para recuperar el cuerpo se extenderán hasta hoy, según informó el director de Emergencias, Alfonso del Alamo.

Ayer, la novia de Estacio, Verónica Arequipa, aguardaba en un hotel cercano al aeropuerto que los bomberos recuperaran el cuerpo para repatriarlo al Ecuador. “Desde que oí la explosión supe que estaba muerto. No me imagino la vida sin Diego”, declaró.

En marzo de 2006, el movimiento vasco declaró un “alto el fuego”, y en junio de ese año el gobierno de Madrid anunció la apertura de un “proceso de diálogo” con ETA. El proceso, que por primera vez no contó con el apoyo de la oposición, se dio por terminado esta semana tras el atentado en Barajas.

Zapatero visitó el jueves por primera vez el lugar de la explosión y desde allí prometió “toda la acción de la Justicia” contra ETA, al tiempo que afirmó no sentirse intimidado por la organización.