El procurador general de Ecuador, Xavier Garaycoa, dictaminó que en la sesión parlamentaria convocada para el próximo martes, para habilitar la Asamblea Constituyente, pueden participar los diputados suplentes de los 57 destituidos el pasado 7 de marzo. Garaycoa dijo que el presidente del Parlamento, Jorge Cevallos, puede iniciar la sesión con los diputados suplentes que juraron como titulares el pasado 20 de marzo, señaló hoy el diario El Comercio.

“Cevallos pidió a Garaycoa su opinión sobre si el pleno puede sesionar con los suplentes y el criterio, de carácter vinculante, fue que sí”, señaló el diario. “Ahora Cevallos no tiene pretexto para no instalar la sesión del 10”, dijo el diputado Jimmy Jairala, del Partido Roldosista Ecuatoriano, que apoya al gobierno.

El dictamen del procurador fue el mejor regalo para el presidente ecuatoriano Rafael Correa que ayer cumplió 44 años. Abre la puerta para ratificar la consulta popular del 15 de abril que definirá la instalación de una Asamblea Constituyente, convocada para redactar una nueva Carta Magna.

Ayer, Correa inició de hecho la campaña oficial a favor del “sí” a la sesión de una Asamblea Constituyente, al afirmar que a pesar de que ese cuerpo tendrá plenos poderes, no podrá disolver el Congreso unicameral.

A su regreso de Brasil, donde firmó convenios con su par Lula da Silva, Correa defendió la potestad del gobierno de promocionar el “sí” en la consulta popular y aseguró que durante la Constituyente no está en juego la continuidad del Congreso.

El gobernante, quien tras los dos primeros meses de gestión registró una popularidad del 69 por ciento (frente al 73 por ciento al asumir el cargo), según la encuestadora privada Cedatos, sacó adelante el plebiscito a pesar de la oposición del Congreso, dominado por una coalición derecha-populista.

Incluso Correa triunfó sobre el Legislativo –con 100 curules y para el cual no presentó candidatos– al generar con su plan de Asamblea Constituyente una pugna de poderes con el Tribunal Supremo Electoral (TSE) que derivó en la destitución de 57 legisladores opositores.

El TSE, que según la ley es la máxima autoridad en época electoral, cesó a los ex parlamentarios por interferir con la consulta popular debido al rechazo a la Constituyente con facultades omnímodas, que ahora cuenta con el apoyo de una nueva mayoría en el Congreso gracias a los diputados alternos que asumieron los escaños. Correa confirmó ayer que dio orden al Ministerio de Economía de no pagar los salarios de los diputados que no sesionan, para forzarlos a dar quórum el martes.

Correa, aliado del presidente venezolano Hugo Chávez, es acusado por sus detractores de gobernar con estilo autoritario. De acuerdo con la encuestadora Perfiles de Opinión, el 46 por ciento de los ecuatorianos considera que el gobierno socialista de Correa es democrático pero con algunas características autoritarias, mientras que para el 23 por ciento es autoritario. Anotó que para el 71 por ciento de la población es buena y muy buena la impresión que tiene de Chávez y que el 53 por ciento estimó que Correa decide lo que le parece mejor a pesar de que toma en cuenta a aquél para algunas decisiones.