El fantasma de la corrupción rondaba ayer nuevamente sobre el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. Ivo Costa, un asesor directo del ministro brasileño de Minas y Energía, fue arrestado por la Policía Federal en vinculación con un esquema ilegal de fraudes en obras y desviación de dinero público. Junto con Costa cayeron al menos 47 personas, entre ellas el ex gobernador del estado de Maranhao José Reinaldo Tavares, del Partido Socialista Brasileño, una fuerza aliada del gobierno.

Según la Policía Federal, 400 agentes intervinieron en el operativo destinado a desestructurar el esquema ilegal, que involucra por ahora a empresarios de la constructora Gautama, políticos y funcionarios públicos de Brasilia y de otros nueve estados brasileños. Estas personas destinaban dinero público de los ministerios de Minas y Energía, de Integración Nacional, de Ciudades y de Planificación a obras de interés de Gautama. También fraguaban licitaciones para las obras públicas, que eran sobrevaluadas, irregulares y –en algunos casos– nunca llegaban a concretarse. Tras enterarse del arresto de Costa, su jefe y ministro de Minas y Energía, Silas Rondeau, ordenó separarlo de su cargo e iniciar una investigación interna, que podría concluir con el despido efectivo de su asesor y con nuevos sospechosos.

Las investigaciones habían comenzado en noviembre del año pasado, pero la policía recién había conseguido ahora la autorización del Tribunal Superior de Justicia para arrestar a los sospechosos. Por el momento se los acusa de fraude en licitaciones, corrupción y lavado de dinero. Entre los detenidos también se destacan el diputado Pedro Passos, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño –otro aliado del gobierno–, el secretario provincial de Infraestructura de Alagoas, Adílson Bezerra, el ex diputado Ivan Paixao y numerosos empresarios.