La creciente lucha entre las dos facciones llevó ayer al gobierno de coalición palestino cerca del colapso. Al menos 11 personas murieron por una serie de ataques aéreos lanzados por Israel en Gaza contra blancos del grupo islamista Hamas, quien amenazó con responder con atentados suicidas. Cuatro hombres murieron por la violencia interpalestina. Mientras los bombardeos se sucedían, unos quince vehículos blindados israelíes entraron por la tarde en el norte de la Franja de Gaza, cerca de la ex colonia de Dugit, en una incursión que fue confirmada por fuentes militares israelíes.

Un primer ataque aéreo israelí destruyó el cuartel general de la Fuerza Ejecutiva, uno de los movimientos de seguridad palestinos que controla la organización radical. Los ataques israelíes también causaron al menos 44 heridos y provocaron la reacción de los islamistas que, por boca de su portavoz, Abu Obeida, amenazaron con responder con ataques suicidas. La entrada de los vehículos blindados en Gaza podría presagiar una operación terrestre, además de aérea, para poner fin a los disparos de cohetes palestinos contra el sur de Israel que realizan los grupos palestinos armados desde la Franja de Gaza. Pese al operativo israelí, esos disparos prosiguieron durante el día de ayer con otros 20 cohetes más. Ocho de ellos explotaron en la ciudad israelí de Sderot, causando dos heridos, uno de ellos un niño. Todos los disparos fueron reivindicados por el brazo militar de Hamas.

Además del fuego israelí en Gaza también estuvo presente durante la jornada la violencia entre militantes de Hamas y miembros del movimiento Fatah, del presidente palestino Mahmud Abbas. Poco sirvió el alto el fuego que las dos organizaciones habían anunciado el miércoles por la noche. Por su parte, Abbas anuló la visita que tenía prevista ayer para hablar de la tregua firmada el miércoles entre Fatah y Hamas, quienes desde el 17 de marzo pasado comparten el gobierno de unidad palestino. La ruptura de la tregua se debió al descubrimiento de un túnel bajo una carretera repleto de explosivos que debían estallar al paso del convoy de Abbas, según informaron fuentes de la seguridad palestina.