El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, designó ayer a la senadora opositora Piedad Córdoba para facilitar el intercambio de secuestrados por presos de la guerrilla de las FARC. La integrante del Partido Liberal y simpatizante del mandatario venezolano Hugo Chávez recibió la oferta tras reunirse en el Palacio de Nariño –la casa de gobierno– con Uribe, a quien había visitado para “convencerlo de adelantar el acuerdo”. A 2000 días del secuestro de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se realizarán actos en su memoria. Mientras el gobierno colombiano rechaza las condiciones de negociación con la guerrilla, siguen resurgiendo grupos paramilitares pese al plan oficial de desmovilización.

“El gobierno nacional autorizó a la senadora Piedad Córdoba para que adelante una labor de facilitación con miras a lograr un acuerdo humanitario. Centramos nuestras esperanzas en su trabajo”, aseguró ayer el Alto Comisionado para la Paz del gobierno, Luis Carlos Restrepo. Córdoba se manifestó sorprendida por la propuesta y, aunque dijo desconocer cómo buscará el entendimiento, confió en que logrará contactar a las FARC para apurar un acuerdo. “Yo no pensaba que el presidente me iba a responder de esa manera, simplemente venía a trabajar para convencerlo”, explicó a la prensa local. “Me parece que lo que el país más necesita es el acuerdo humanitario y eso debe estar por encima de cualquier otra circunstancia o consideración política”, añadió la legisladora, una fuerte crítica de la gestión de Uribe y una víctima de los paramilitares.

En mayo de 1999 la senadora estuvo secuestrada por los “paras” durante varios días y en marzo del año pasado un asesor suyo, el historiador Jaime Enrique Gómez, apareció asesinado en un parque de las montañas de Bogotá, días después de haber desaparecido. “Yo sufrí como víctima lo que está pasando”, expresó la senadora por el Partido Liberal, al que perteneció Uribe antes de lanzarse a la presidencia. En febrero de este año el propio presidente dijo que la legisladora debía explicar cuáles eran sus vínculos con la guerrilla.

Hace más de una semana Córdoba estuvo en Caracas y le pidió ayuda a Chávez. Durante el programa semanal Aló Presidente, la senadora invitó al presidente bolivariano a interceder ante Uribe por el intercambio humanitario que los familiares de los secuestrados piden con insistencia. “Yo sé que usted habla con Uribe. Le pido que hable con él y le diga que necesitamos el acuerdo humanitario”, dijo la mujer. Luego del pedido de Córdoba, el líder venezolano se comprometió en su programa dominical a contribuir al acuerdo en Colombia para lograr la libertad de decenas de rehenes de las FARC, entre los que se encuentran varios militares, policías, ex congresistas, tres estadounidenses e Ingrid Betancourt. “Me comprometo a hacer lo que pueda, aunque en Colombia utilicen estas expresiones para atacarnos”, dijo Chávez. El mandatario reveló en ese programa que en el pasado trató el tema de Betancourt con el líder cubano Fidel Castro y también con el entonces presidente francés Jacques Chirac.

Hoy se cumplen 2000 días desde que Betancourt fuera secuestrada, por lo que la Federación Internacional de Comités de Apoyo a Ingrid Betancourt organizará unos veinte actos para recordarla. Además se extenderá una bandera con su imagen y una leyenda que pide la libertad de todos los secuestrados en varios puntos de Francia, Bélgica, Noruega y Panamá.

En tanto, las FARC ofrecieron varias veces un intercambio de unos 500 rebeldes presos por los 45 rehenes en su poder, pero ponen como condición para las negociaciones el despeje militar de dos municipios sureños, una iniciativa a la que el gobierno de Uribe se opone de plano, en momentos en que su plan de desmovilización de los paramilitares está cada vez más lejos de cumplirse.

Según un informe de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNRR), las autoridades identificaron 22 nuevos grupos que actúan en 20 de los 32 departamentos, siempre en zonas de retirada de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y con cultivos ilegales. Son bandas conformadas por 3955 personas y los desmovilizados pueden representar el 17 por ciento de dicha fuerza. El porcentaje fue calculado a partir del origen de los 1452 miembros de ellas que murieron o fueron detenidos por las autoridades. De ese número, 245 eran antiguos integrantes de las AUC que se reciclaron en estos grupos.