EL MUNDO › MIENTRAS LOS MOVIMIENTOS SOCIALES FESTEJAN, LA OPOSICION ANUNCIA RESISTENCIA
La Asamblea, en la que participaron 165 de los 255 constituyentes, ratificó todos los artículos en detalle. El texto establece que Bolivia pasa a ser un Estado plurinacional. Se prevé la reelección por un período. Y un artículo referido al latifundio irá a consulta.
› Por Pablo Ortiz
desde Oruro
La Asamblea Constituyente boliviana llegó a su fin luego de más 16 meses de deliberaciones, enfrentamientos y disputas políticas que la pusieron en peligro. Al mediodía de ayer, en las afueras de Oruro, 165 de los 255 representantes nacionales aprobaron un texto constitucional con 407 artículos y enviaron uno de éstos a referéndum, que deberá votarse antes del mes de abril. En ese momento, la euforia contenida durante más de un año se transformó en llanto y baile. Una banda orureña que se encontraba en el centro de convenciones de la Universidad Técnica de Oruro comenzó a tocar el himno nacional, que fue cantado con fervor. Luego, el último escenario de la Constituyente se transformó en una pista de bailes y abrazos con la cueca “Viva mi patria Bolivia”.
La última sesión se extendió desde las 19 del sábado hasta las 11.25 del domingo (hora local). Las poco más de 15 horas sirvieron para aprobar todos los artículos en detalle y concluir con el proceso que, en el reglamento original, debió llevar al menos tres meses. Durante la noche se vivieron momentos de tensión. A las 20 del sábado, los asambleístas de la fuerza opositora Podemos ingresaron en el recinto exigiendo la suspensión de la plenaria por considerarla ilegal. Su argumento era que no se había convocado con 24 horas de anticipación, ya que la llamada a sesión se había realizado a la una de la madrugada del mismo día. Luego de discusiones, la sesión determinó seguir y los podemistas salieron del lugar entre abucheos y empujones de los mineros cooperativistas que se encontraban alrededor del recinto. Así, sólo estuvo presente una fuerza política no aliada al oficialista Movimiento Al Socialismo, la centrista Unidad Nacional. Su participación sirvió para dejar 20 artículos observados que ahora deberán ser tratados por una comisión redactora. Este órgano, conformado por miembros de la directiva de la Asamblea, tiene hasta el viernes 14 de diciembre para concluir la nueva Constitución y entregársela al presidente, Evo Morales. No deberá volver a la aprobación de la plenaria, ya que la Asamblea le dio plenos poderes para modificar el texto sobre la base de las discusiones de la última sesión.
Entre los cambios centrales del nuevo texto se establece que Bolivia pasa a ser un Estado plurinacional, social y comunitario. Es por ello que el oficialismo define este cambio como la creación de la segunda república boliviana y como la primera vez que los indígenas se encuentran reconocidos por un texto constitucional. Esto permitirá que los pueblos originarios logren su autodeterminación y puedan gobernar sus territorios basados en sus normas propias y usos y costumbres. Habrá múltiples sistemas de justicia, además de control y poder de veto sobre los recursos naturales que se encuentren en su territorios.
En el campo social, la nueva Carta Magna amplía la carta de derecho y garantiza seguridad social para todos los bolivianos. Ya en lo político, el cambio más importante es que se permitirá la reelección inmediata del presidente y vicepresidente de la República por sólo un período, además de que se podrá optar por la revocatoria de mandato.
Y todo parece que desembocará en festejos, al menos para los seguidores del mandatario indígena. Desde Argentina, Evo Morales anunció una fiesta para el viernes 15 de diciembre que se realizará en la Plaza Murillo, de La Paz. Además de todas las organizaciones sociales, ha invitado a Néstor y Cristina Kirchner y al secretario general de la OEA, Miguel Insulza.
Del otro lado del país, desde el oriente, los opositores a Morales se preparan para dar resistencia a la nueva Constitución en el referéndum, ya que se consideran afectados. Es más, el único artículo que va a consulta ciudadana está destinado al oriente, ya que se definirá si una persona o empresa puede acumular más de 10.000 hectáreas de terreno. Anoche, el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, llamó a la resistencia civil y aseguró que “está en peligro nuestra existencia como pueblo, nuestros hogares”, y llamó a defender “la verdadera revolución, la del Patujú, la autonomía ganada a través del referéndum del 2 de julio de 2006”.
Mañana se reunirán las provincias autonomistas a definir las medidas a tomar de aquí en adelante y no se descarta que se convoquen cabildos para el 15 de diciembre. Así, mientras la mitad del país festeje la nueva Constitución con invitados internacionales, la otra estará protestando contra ellas. Las pujas serán dirimidas en las urnas.
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