“Las dos cosas salieron bien”, aseguraba anoche el canciller Jorge Taiana luego de la trabajosa reunión de la OEA que necesitó trece horas de debate para llegar a una acuerdo sobre el conflicto entre Colombia y Ecuador y después de su encuentro con el número dos del Departamento de Estado, John Negroponte. La jefa de Negroponte, Condoleezza Rice, anduvo en estos días por América latina pero evitó una escala en Buenos Aires. “No lo tomamos a mal”, responde el canciller en tono seco. Agrega que “dinamizar la relación” fue la expresión que más se repitió durante el encuentro que mantuvo con el enviado de Bush a una reunión en Washington en la que, paradójicamente, la Casa Blanca terminó jugando casi de visitante.

–¿La reunión de la OEA fue más discutida de lo que se esperaba?

–No sé si más de lo que se esperaba, pero fue muy discutida. La reunión arrancó a las 10 de la mañana del lunes y terminó a la 1.30 del martes. Y la verdad es que del domingo a la tarde ya veníamos hablando entre los cancilleres sobre las distintas alternativas. El objetivo era claro: había una resolución de la OEA del 5 de marzo que pensábamos que estaba un poco abajo de lo que esperábamos en cuanto al rechazo de la violación unilateral al principio de soberanía territorial de Ecuador. Nuestra intención era “subirla” al nivel de la declaración que habían hecho los presidentes en la reunión del Grupo Río, en Dominicana. Como cancilleres no podíamos decir menos que lo que habían dicho nuestros presidentes. Lo que pasa era que, obviamente, también era diferente la composición del grupo. No eran ni los mismos actores ni las mismas posiciones. Hizo falta trabajar mucho para que saliera algo como lo que queríamos, no podíamos volver atrás.

–¿Cuál fue el principal obstáculo para llegar a un acuerdo más rápido?

–El principal obstáculo fueron las dificultades que presentaba Colombia para flexibilizar algunos puntos. En un momento pareció que Colombia quería volver un poco atrás de lo que había hecho el presidente Uribe en el Grupo Río, y eso era para nosotros algo inaceptable. La otra dificultad quedó plasmada en el documento: lo que planteaba Estados Unidos en relación a la legítima defensa. Eso tampoco lo podíamos aceptar porque el tema de la legítima defensa tiene que ver en un conflicto de Estado contra Estado y no hay forma de vincularlo a la soberanía territorial.

–¿Argentina con quién consensuó su postura?

–Estuvimos muy coordinados con Brasil y con Chile, siempre teniendo muy en cuenta las preocupaciones de Ecuador que había sido la víctima de la violación de la soberanía territorial. También mantuvimos una buena relación con México, que como secretaría pro témpore del Grupo Río jugó un papel muy importante. Fue un buen ejercicio en el sentido de que Latinoamérica refleja lo que es un patrimonio político e institucional, como es la importancia de la inviolabilidad de la soberanía territorial. Esto no puede ser consentido en ninguna circunstancia y bajo ningún argumento.

–¿Y será duradero este acuerdo con la situación que se vive en Colombia?

–La resolución instruye al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, a que busque la forma para que haya un mecanismo en la frontera que permita superar estas situaciones. Hay mecanismos bilaterales, pero están demostrando ser insuficientes. Lo bueno es que ahora los dos países, Ecuador y Colombia, muestran predisposición a colaborar.

–¿Qué le planteó a Negroponte?

–Ellos habían planteado la posibilidad de reunirnos el viernes. Primero el encuentro lo íbamos a hacer el lunes pero con la extensión de la reunión de la OEA lo dejamos para hoy (por ayer). Tuvimos un encuentro de una hora en el que también participó el embajador Timerman. Negroponte expresó el interés de Estados Unidos de tener una buena relación bilateral con Argentina porque lo consideran un país importante de la región. Nos contó que ven una Argentina más activa y que, pese a que son un gobierno al que le quedan 240 días, en ese plazo se puede dinamizar la relación bilateral trabajando en los aspectos donde hay coincidencia. Obviamente dijimos que sí porque nos interesa tener relaciones serias y maduras con Estados Unidos. En ese marco nos confirmó que en abril enviarán una misión para tratar el tema de no proliferación y el embajador Timerman quedó en trabajar con el Departamento de Estado en una agenda de encuentros de acá a fin de año.

–¿Le planteó alguna cuestión por la relación argentina con Chávez?

–No se habló de ningún país en particular. Se habló de la reunión de la OEA y de nuestros diferentes puntos de vista.

–¿La presidenta Kirchner irá a Washington?

–No se analizaron viajes de ese nivel. Tampoco de temas económicos, salvo el reconocimiento de la evolución positiva de la economía argentina.

–¿Le preguntó sobre la reciente gira de Condoleezza Rice por la región?

–No se habló de eso para nada.

–¿El gobierno argentino tomó mal que Rice no haya hecho una escala en Buenos Aires?

–No. Ella ha hecho una visita a algunos países como lo hacen todos los ministros. Nunca estuvo prevista una visita a la Argentina, así que no sé por qué lo podríamos tomar mal.