El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla de Colombia, invitó a las FARC a “solidificar la unidad guerrillera”. A través de un carta dirigida al Secretariado, el ELN rindió homenaje al histórico líder de las FARC Manuel Marulanda, fallecido en marzo pasado, y recordó la oferta de diálogo que les había hecho a fines de 2005. “El ELN confía en que los dirigentes de las FARC reafirmarán el espíritu que expresó el comandante Marulanda en aquella carta”, sostuvo la dirección de la guerrilla.

A pesar de compartir algunos objetivos políticos, las dos guerrillas nunca lograron combatir juntas, es más, hace décadas que se disputan los departamentos de Arauca (noreste) y Nariño (sur). Sus diferencias empiezan por lo ideológico. Las FARC responden a un ortodoxo marxismo-leninismo, mientras que el ELN reivindica el pensamiento de Ernesto “Che” Guevara y algunos postulados de la Teología de la Liberación. Además, la segunda guerrilla colombiana rechaza el narcotráfico como fuente de financiación, mientras que las FARC cobran “impuestos revolucionarios”, tanto a los hacendados que trabajan en sus zonas de influencia como a los narcotraficantes. La última vez que las dos guerrillas polemizaron públicamente fue cuando el ELN anunció una tregua con las Fuerzas Armadas colombianas y aceptó un diálogo de paz con Alvaro Uribe.

La carta del ELN que fue difundida ayer en su página web no hace referencia directa al fallido proceso de paz que iniciaron en 2004 en La Habana. Sin embargo, queda claro que la relación con el gobierno se ha roto. “La profunda crisis e ilegitimidad del gobierno de Uribe exige al movimiento guerrillero, de manera urgente, intercambiar ideas y sumarlas a otras búsquedas de una salida política donde el pueblo y la Nación sean los protagonistas”, asegura la carta fechada el 26 de mayo pasado.

Marulanda y el Secretariado de las FARC habían cuestionado el acercamiento de la guerrilla al mandatario. Por eso, el 5 de diciembre de 2005, cuando la cúpula del ELN se preparaba para la quinta ronda de negociaciones en la capital cubana, el entonces líder de las FARC le envió una carta al primer comandante de la organización guevarista, Nicolás Rodríguez. “Si hemos hablado con nuestros enemigos de clase, ¿por qué no hablamos nosotros como combatientes por una misma causa, aunque utilicemos métodos diferentes en el trabajo revolucionario?”, decía el texto. Las FARC proponían llegar a un alto al fuego entre las dos guerrilleras para enfocarse en su “verdadero enemigo”, el presidente Uribe.

La posibilidad de un acercamiento entre los dos grupos subversivos reavivó el año pasado cuando el presidente venezolano y entonces mediador para el intercambio humanitario logró reunir a dirigentes de ambas guerrillas en Caracas. No se supo mucho de la reunión, excepto que fue el primer encuentro desde la suspensión de las rondas de negociación del ELN con el gobierno en Cuba.

“El ELN está seguro de que los desafíos para remontar las dificultades que hoy vivimos al interior del movimiento insurgente colombiano y la urgencia de solidificar la unidad guerrillera son una prioridad para la dirección de las FARC”, asegura la cúpula. La carta no contiene una propuesta concreta para unir fuerzas, pero por primera vez en mucho tiempo el ELN parece haber dejado a un lado las diferencias. “Siempre será poco todo cuanto se diga de un dirigente que consagró toda su vida a la causa de la liberación nacional y el socialismo”, dijo el grupo sobre Marulanda.