Para Alvaro Uribe, Manuel Marulanda, el histórico líder de las FARC, no se murió de viejo. Según el video que difundió la guerrilla, Marulanda murió de un paro cardíaco, después de una breve enfermedad, que no especificaron. Pero el mandatario colombiano quiere imponer otra versión. “Las FARC dieron el certificado de defunción, pero no el parte médico. El parte médico lo dio la Fuerza Aérea y el ministro de Defensa (Juan Manuel) Santos: 33 operaciones de la Fuerza Aérea, 296 bombas lanzadas a esa zona, 66 campamentos destruidos”, dijo, el jueves por la noche el mandatario durante un acto militar. Ansioso por sumar un nuevo éxito militar a la seguidilla que tuvo en los últimos meses –el asesinato de Raúl Reyes e Iván Ríos, dos miembros del Secretariado de las FARC–, Uribe está decidido a encontrar como sea el cadáver de Marulanda para confirmar su teoría. Miles de soldados están rastrillando el sur y la zona fronteriza con Ecuador y Venezuela en busca de la tumba. La semana pasada el ejército ofreció una recompensa de hasta 2,7 millones de dólares por información sobre dónde podría estar enterrado.