EL MUNDO
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Votos con aroma de mujeres
Por Ciro Krauthausen *
Desde Berlín
El mapa político que emerge de las elecciones muestra un país tan escindido como ayer se presentaban sus líderes, con un Edmund Stoiber que en ningún momento quiso reconocer una evidente derrota y, por el contrario, se presentaba como una especie de canciller en la sombra, que incluso se propone mantener, por cuenta propia, una especie de relaciones diplomáticas con Washington, París y Madrid. El candidato conservador, que ahora retornará a Munich, donde ejerce como primer ministro del estado federado de Baviera, perdió frente al SPD en el este y el norte del país, pero logró sumar muchos votos en el sur y en el oeste.
Hasta cierto punto era un resultado previsible: los católicos bávaros despiertan toda clase de suspicacias en el mayoritariamente protestante y otrora prusiano nordeste de Alemania. De haber sido otro el candidato conservador –por ejemplo, la presidenta de la CDU, Angela Merkel–, este efecto, probablemente, no hubiese sido tan marcado, aunque también es lícito suponer que esta hipotética rival de Schroeder no hubiera recabado tanto apoyo en la tierra natal de Stoiber, Baviera, donde la Unión Social Cristiana (CSU) alcanzó un formidable 58,6 por ciento, su mejor resultado desde 1976.
Los conservadores, asimismo, se batieron bastante bien en el más poblado de los estados federados alemanes, Renania del Norte-Westfalia, en cuyo corazón rojo, la cuenca del Ruhr, incluso pudieron aumentar su votación en un 1,2 por ciento frente a las elecciones de 1998. Los socialdemócratas, por el contrario, tuvieron bastantes dificultades para movilizar a sus votantes en esta cuna de la industrialización alemana, perdiendo un 4,2 por ciento como media. Ello no quita, sin embargo, que el SPD siga obteniendo más del 50 por ciento en ciudades como Dortmund o Duisburg.
Siguiendo con el ejercicio hipotético de una candidatura de Angela Merkel, es de suponer que ello también habría permitido a los conservadores recabar más votos femeninos. En este segmento del electorado, al menos en el oeste, la CDU/CSU apenas pudo ganar dos puntos respecto de 1998, que contrastan con los seis puntos sumados entre los votantes masculinos.
Entre los 603 parlamentarios que formarán parte del Bundestag, un 32,2 por ciento serán mujeres (en 1998 fue un 30,9%). La cuota femenina es del 58,2 por ciento entre los Verdes, del 37,8 por ciento entre los socialdemócratas, y del 22,2 por ciento entre los democristianos. También el futuro tiene nombre de mujer: Anna Luehrmann, una bachiller verde de apenas 19 años, que se ha propuesto difundir ideas nuevas en un Parlamento cuya media de edad es de 49,3 años.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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