El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, advirtió que si la oposición de Guayaquil lograra imponerse en el referéndum constitucional, se podría reproducir la inestabilidad que acosa a Bolivia. Si vence el No, “en Guayaquil tendremos una nueva Santa Cruz”, sostuvo. También señaló que existen vínculos entre opositores ecuatorianos y cruceños. Y descartó que en su país los supuestos “separatistas” reciban financiación del exterior.

“En el supuesto no consentido de que gane el No, tendremos un foco de inestabilidad permanente” en Guayaquil, el bastión principal de la oposición ecuatoriana, dijo el jefe del Ejecutivo en una entrevista televisiva. Según explicó, los grupos opositores temen perder en la consulta popular de este mes, pero pretenden vencer en la ciudad portuaria “para seguir desestabilizando (a su gobierno) y seguir en su proyecto separatista”. Por su parte, el alcalde de Guayaquil, el opositor socialcristiano Jaime Nebot, negó los vaticinios del mandatario y lo acusó de confundir autonomía con separatismo.

La preocupación del presidente fue compartida por el ministro de Defensa, Javier Ponce. “Creo que el caso boliviano tiene sus propias características, pero evidentemente no podemos nosotros desechar que en el Ecuador surjan también corrientes desestabilizadoras, corrientes que confundan un poco la autonomía que está claramente defendida en el proceso constitucional y los intentos separatistas”, declaró, según publicó el portal Ecuadorinmediato. “Cuando hay una perspectiva de cambio, cuando hay un proyecto político de cambio, es lógico que surjan esas resistencias, entonces no hay que desecharlas en nuestro país tampoco”, agregó el ministro.

El 28 de septiembre Ecuador someterá a referéndum la nueva Constitución nacional, aprobada a fines de julio por la Asamblea Constituyente. El proyecto, impulsado por el oficialismo, es fuertemente resistido por la Iglesia católica y la oposición de derecha, que lo consideran estatista y afirman que la redacción deja las puertas abiertas al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo.

Durante su entrevista, Correa también sostuvo que los grupos autonomistas de la boliviana Santa Cruz tienen una alianza con grupos opositores ecuatorianos y con sectores de Zulia, en Venezuela. Por eso insistió en su temor de que se puedan desencadenar hechos violentos si esa tendencia venciera en la segunda ciudad del país.

A diferencia de lo denunciado por el presidente boliviano, Evo Morales, Correa negó que la oposición de su país reciba apoyo de Estados Unidos. Pero dijo que en caso de que así fuera, actuaría como lo hizo el gobierno de La Paz. “Si yo tuviera evidencia de que Estados Unidos o el país que fuere está financiando a grupos para de-sestabilizar al gobierno o para oponerse a la Constitución, tenga la seguridad de que inmediatamente expulsaría al embajador del respectivo país”, declaró Correa el domingo por la noche. El miércoles pasado Morales expulsó al embajador estadounidense en Bolivia, tras acusarlo de conspirar contra su administración socialista.