Mientras las autoridades federales se declaran en alerta ante el temor de que se repitan atentados contra la población civil en el estado de Michoacán, las hipótesis gubernamentales sobre la autoría del atentado en Morelia apuntan hacia el Cartel del Golfo y hacia el cartel conocido como La Familia, según filtraciones a la prensa de autoridades federales no identificadas, las cuales suponen que una célula de diez personas ocuparon sitios estratégicos en calles aledañas al palacio de gobierno para cubrir la retirada de quienes arrojaran las granadas de fragmentación entre los asistentes a la conmemoración del Grito de Independencia.

Paradójicamente, una operación entre Estados Unidos e Italia capturó el miércoles a 200 personas en ambos países y evidenció la relación entre el Cartel del Golfo y la mafia italiana Ndrangheta, según el procurador regional italiano, Nicola Gratteri. Al menos 175 cayeron en EE.UU., presuntamente miembros del Cartel del Golfo, reportó el Departamento de Justicia de Estados Unidos y su agencia antidrogas DEA. “Los carteles mexicanos, que son muy aguerridos y violentos, tienden a ampliarse a Europa y los colombianos los prefieren; les han cedido en Estados Unidos parte de la venta al mayoreo de la droga”, aseguró Gratteri en Atlanta, Georgia. El otro grupo sospechoso es La Familia, un cartel que surgió en Michoacán hace pocos años de entre las filas de los Zetas, sicarios que trabajaban para narcotraficantes hasta que terminaron por desplazar a muchos de ellos y aliarse con otros para controlar varias plazas. Su signo es la brutalidad. Según filtraciones a la prensa, la Procuraduría General de la República atribuye los atentados a una guerra interna por el control de este cartel, dividido en cuatro grupos tras los operativos del ejército, que se disputan rutas, mercados y pactos con autoridades locales. Michoacán es un punto estratégico en el corredor de las metaanfetaminas y uno de los principales productores de marihuana y amapola.

Por lo pronto, el terror se instaló en la capital de este estado, al punto de que desde el martes casi no quedan turistas en los hoteles y ayer fueron desalojadas las instalaciones de la Secretaría de Educación por una amenaza de bomba, mientras ocho escuelas suspendieron actividades, todo esto cuando el gobernador, Leonel Godoy, encabezaba un acto político con los 113 alcaldes del estado, partidos políticos y empresarios, resguardados por patrullas militares y policíacas. Las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina incrementaron el número de efectivos movilizados en Michoacán y reforzaron el patrullaje en media docena de municipios considerados de “alto riesgo” por la presencia del narcotráfico.