Hugo Chávez dejó en claro que la nacionalización de la filial venezolana del Grupo Santander sigue en pie y será un elemento central para superar la crisis económica. “La nacionalización del Banco de Venezuela tiene por objeto impulsar mucho más las políticas del desarrollo económico y del desarrollo social con esa bola de billetes que tienen los bancos privados, que manejan recursos superiores, incluso, al presupuesto nacional”, explicó esta semana el mandatario.

Ayer la fuerza chavista, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), publicó un análisis sobre la crisis, en el que explicaba las últimas decisiones económicas del gobierno, como la nacionalización de las arroceras de Cargill y del Banco de Venezuela. “Sólo vamos a poder enfrentar la crisis manteniendo el gasto social e intentando preservar la inversión para sostener el empleo y el crecimiento”, dice el informe.

La nacionalización de la filial en Venezuela del Santander le permitirá al Estado dar un salto cualitativo dentro del sistema financiero nacional. En los últimos diez años el Estado pasó de tener tres bancos a ocho. Sin embargo, su peso específico sigue siendo casi nulo.

El Banco de Venezuela es el tercer banco privado más grande del país y concentra más del 24 por ciento de los depósitos y casi el 16,5 por ciento de la cartera de créditos de la banca. Además, le permitirá al Estado venezolano extender su presencia en el país, ya que posee casi 270 sucursales, un elemento central para el proyecto de Chávez de municipalizar la banca estatal y garantizar la presencia de al menos una entidad en cada localidad, cada pueblo.

Según publicó el diario español El País, aún no se llegó a una decisión sobre el precio ni la fecha de la venta. A mitad del año pasado, el presidente Chávez anunció que el Santander estaba por vender el Banco de Venezuela a otro banco privado y decidió intervenir. Desde entonces Caracas está negociando con el grupo español. Nada se sabe públicamente. El diario madrileño asegura que, debido a la caída del precio internacional del petróleo, el gobierno venezolano se quedó sin liquidez para pagar los montos que se estaban discutiendo.

Más allá de las especulaciones, lo único seguro es que Chávez confirmó que la nacionalización sigue en pie. “De ninguna manera nos vamos a detener ante las dificultades internas y externas que tenemos”, prometió.