El reciente cruce verbal entre la Casa Blanca y la República Islámica iraní sepultó la posibilidad de una pronta reconciliación de los dos países. Así lo dejó en claro el mandatario norteamericano Barack Obama, después de una reunión con la canciller alemana Angela Merkel en Washington.

“No hay duda de que el diálogo directo o la diplomacia con Irán quedará afectada por los eventos en las últimas semanas”, aseguró el mandatario, quien volvió a condenar la represión a los opositores en el país persa. Los dos líderes aprovecharon su reunión para discutir la situación poselectoral iraní, a la que catalogaron como inaceptable. “El mundo jamás olvidará las espantosas escenas que vimos en los últimos días”, señaló la mandataria, que hasta ahora había sido una de las voces más moderadas entre las potencias europeas.

Con mucha tranquilidad, Obama se tomó un momento de la conferencia de prensa para contestarle al presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, quien un día antes lo había comparado con su antecesor, George Bush, y le había advertido que se disculpara si quería continuar dialogando. “No tomo en serio las declaraciones de Ahmadinejad sobre pedir disculpas, particularmente debido a que Estados Unidos se alejó de los objetivos pautados en la relación con Teherán para no interferir en el proceso electoral de Irán”, dijo Obama. Antes de abandonar el tema y pasar a la agenda europea, el mandatario norteamericano lanzó una advertencia propia. “Sugeriría al señor Ahmadinejad que piense cuidadosamente sobre sus obligaciones hacia su propio pueblo”, puntualizó Obama.

El encuentro entre Obama y Merkel marca el punto más alto de la presión occidental sobre el régimen iraní; mientras Obama resaltó los derechos de la población iraní, Merkel agregó que Irán no debe obtener armas nucleares.

La agenda bilateral también se centró en la relación de Europa y Estados Unidos con Rusia. “Merkel y yo reafirmamos nuestro compromiso a establecer una relación más sustancial con Rusia. Trabajar sobre los temas en los que estamos de acuerdo y afrontar honestamente aquellos en los cuales estamos en desacuerdo”, señaló Obama. En julio el mandatario viajará a Moscú para firmar un acuerdo de cooperación militar, que incluirá estrategias de defensa conjuntas para Europa y Afganistán.