La cooperación argentina con Haití contempla la implementación del programa Pro-Huerta, a través del cual se busca ofrecer a las familias más pobres una alternativa de autoproducción y consumo para evitar el hambre. El programa comenzó hace cuatro años en Gonaives, el departamento donde está instalado el batallón argentino, y ya se extendió a seis provincias. En la actualidad, cuenta con 60 mil beneficiarios que reciben una amplia variedad de semillas argentinas y capacitación del INTA. Los técnicos del organismo no sólo transmiten la experiencia que supuso la implementación del programa en el noroeste argentino, sino que también buscan adaptar la iniciativa a las necesidades locales para potenciarla. Sus ventajas y avances fueron reconocidos por donantes como el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo y el gobierno de Canadá, que financiaron la extensión de las actividades. Flacso Argentina también se sumó para analizar la potencialidad de la cooperación argentina. De hecho, el último viernes organizó junto con la Coordinación Nacional de Seguridad Alimentaria de Haití un seminario en Puerto Príncipe donde se discutieron los avances del Pro-Huerta. La propuesta destinada a fortalecer la alimentación básica fue bien recibida en un país donde, según datos del gobierno haitiano, la desnutrición es del 23,8 %y el 61 % de los chicos menores de cinco años sufren anemia.