El líder espiritual del partido israelí Shas, el socio ultraortodoxo de la coalición de gobierno israelí, deseó la muerte del presidente palestino, Mahmud Abbas, lo que enturbió el clima de las negociaciones directas entre israelíes y palestinos a días de su reinicio. “Abu Mazen (Mahmud Abbas) y todas esas personas malignas deberían desaparecer de la Tierra”, dijo el rabino Ovadia Yosef en su violento sermón de ayer. “Dios debería atacarlos –como malvados que odian a Israel– con la plaga”, agregó el rabino de 89 años en la proclama que transmitió la radio israelí.

Sus declaraciones no dejaron de llamar la atención, ya que durante la misma jornada el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se mostraba optimista de cara a una solución del conflicto en Medio Oriente. “Si la cúpula palestina toma las negociaciones tan en serio como nosotros, estoy convencido de que alcanzaremos un acuerdo estable y no sólo sobre un alto el fuego táctico”, declaró Netanyahu al diario Haaretz. El y Abbas iniciarán el jueves en Washington negociaciones directas de paz, la primera reunión de ese tipo en 20 meses.

Las declaraciones del influyente religioso provocaron la reacción palestina. Ghassan Jatib, portavoz de la Autoridad Palestina, calificó las palabras de Yosef de “incitación al odio racial”, por lo que emplazó al gobierno de Netanyahu, incluido su ministro de Interior, Eli Yishai, líder del Shas, a “dejar clara su condena al sermón del rabino”.

Jatib indicó que estas declaraciones podrían poner en peligro el inicio de las negociaciones directas de paz, por lo que también emplazó al gobierno de Tel Aviv a dejar claro que “es un auténtico socio para la paz, no una coalición que se asocia con la incitación al odio contra los palestinos”. Asimismo, el negociador jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, denunció una campaña en la que se pide un genocidio contra los palestinos. “El líder espiritual de Shas literalmente llama a un genocidio contra los palestinos”, se lamentó Erekat. Y agregó: “¿Es así como el gobierno israelí prepara a su público para un acuerdo de paz? Ese tipo de incitación es parte de una política israelí más amplia en contra de un Estado palestino, que además incluye la ilegal actividad en los asentamientos, las expulsiones forzosas y los desalojos, las demoliciones de hogares, el robo de agua y la separación del Jerusalén ocupado del resto de sus residentes palestinos”.

Ante las reacciones palestinas, Netanyahu emitió un comunicado en el que afirmó que las palabras del rabino “no representan ni las posturas del primer ministro ni las del gobierno de Israel”. Y Estados Unidos, un aliado de Israel, repudió las “incendiarias declaraciones” del rabino. El Shas cuenta con 11 diputados en el Parlamento y cuatro ministros en el gobierno de coalición encabezado por el derechista Likud, liderado por el premier.