Otra falsa alarma en Estados Unidos. En Texas, se trataba de la peste bubónica (ver nota principal). En Washington, fue el conocido ántrax. El análisis preliminar en una carta dirigida a un alto funcionario de la Reserva Federal norteamericana arrojó positivo: tenía esporas del bacilo. Lo que se intentó determinar después es si el ántrax estaba dentro de la carta o si el bacilo entró en el camino hacia la Reserva Federal, por lo que se cerró la oficina de correos desde donde fue despachada la carta. En el resultado positivo preliminar no se habían detectado peligro para los trabajadores del correo o para el resto de la población, por lo que se concluyó que no se trataba de una versión demasiado poderosa de ántrax. Pero el segundo análisis arrojó que directamente no era ántrax. Los ataques con correspondencia que contenía la bacteria del ántrax provocaron cinco muertes en Estados Unidos poco después de los atentados del 11 de septiembre.