EL MUNDO • SUBNOTA › LA DIPLOMACIA NORTEAMERICANA DESCRIBE LAS COLONIAS BRITANICAS
Un despacho estadounidense fechado en Washington y filtrado por Wikileaks refleja la visión de Washington sobre la importancia estratégico-militar de las posesiones de Londres.
› Por Santiago O’Donnell
Las catorce colonias británicas, incluyendo las islas Malvinas, son remanentes de un imperio donde nunca se ponía el sol y las naves de Su Majestad reinaban sobre los siete mares. Esto no lo dice una asociación de ex combatientes argentinos ni el Partido Comunista Revolucionario inglés, sino el Departamento de Estado estadounidense en un cable diplomático de mayo del 2009 escrito en Washington y filtrado por Wikileaks, al que tuvo acceso Página/12.
El cable dice que no hay ninguna ironía en su descripción de las colonias como herederas de un romántico pasado imperialista. El despacho diplomático reconoce que dadas sus particulares características, estos territorios por lo general no tienen ni economías ni instituciones políticas sólidas. Pero justifica la vigencia del sistema colonialista en los servicios que esas colonias le prestan al armado de seguridad que Gran Bretaña y Estados Unidos comparten en todo el mundo.
En ese sentido, el cable reconoce que algunas colonias fueron muy útiles en ciertas guerras, incluyendo la de las Malvinas. El despacho no hace distinción alguna entre los intereses de Estados Unidos o los de Gran Bretaña, dando a entender que ambos se benefician por igual del sistema colonialista, ya que comparten los mismos enemigos. Se trata de una simbiosis que los militares argentinos no supieron o no quisieron ver en 1982, hasta que ya era demasiado tarde.
“Los Territorios Británicos de Ultramar (BOT, en inglés) son catorce posesiones lejanas bajo soberanía británica con resonancias de una era en la que Britania verdaderamente gobernaba las olas. Un funcionario de la Cancillería Británica (FCO, en inglés) describió con precisión a las BOT como ‘remanentes de imperio’ adquiridos por Gran Bretaña cuando la frase ‘donde nunca se pone el sol’ podía pronunciarse sin una gota de ironía”, arranca el cable.
En el párrafo siguiente menciona el reclamo argentino de soberanía sobre las Malvinas, o Falklands, en el lenguaje del diplomático estadounidense autor del cable. “Los Territorios van desde localidades remotas sin una población permanente, como las Islas Georgias del Sur y las Islas Sandwich de Sur, hasta entidades mayormente independientes como Bermuda. Algunas, como las Islas Falklands y Gibraltar, están sujetas a reclamos de soberanía por parte de otras naciones, pero una mayoría abrumadora de la población tanto en las Falklands como en Gibraltar tienen una fuerte preferencia por permanecer bajo la órbita británica.”
El cable nombra las distintas colonias y menciona su diversidad cultural, idiomática y densidad poblacional, y después explica por qué el diplomático británico que sirve de referencia para el texto las describe como remanentes del imperio. “Como un funcionario del FCO con extensa experiencia en Territorios de Ultramar le dijo al funcionario político (de la embajada de EE.UU.) esos territorios son ‘remanentes de imperio’. Ciertamente, Gran Bretaña adquirió a la mayoría de ellos en el apogeo de su poderío nacional y prestigio, con fechas de adquisición que van desde el siglo XVII hasta principios del siglo XX. Bermuda fue la primera, colonizada en 1609; Gran Bretaña reclamó la última, el Territorio Antártico Británico.”
El autor del cable reconoce que las colonias no son de gran utilidad económica para el viejo imperio ni se destacan por sus prácticas democráticas y transparencia.
“El FCO ha identificado varios problemas que enfrentan las BOT. Según el FCO, muchas BOT enfrentan desafíos comunes a todas las economías de islas pequeñas, o sea, pequeños países corren el riesgo de ser marginalizados en la economía global. Algunas economías de las BOT son frágiles porque dependen de uno o dos sectores (o sea, turismo y finanzas internacionales). Algunas BOT, especialmente las del Caribe, son vulnerables al tráfico de drogas y el crimen organizado. En algunas instancias, la falta de una sociedad civil desarrollada, una fuerte legislatura y/o una prensa vibrante significa que hay pocos controles del ejecutivo.”
En otro pasaje, el cable le dedica un par de párrafos a la “invasión” argentina de las Falklands y el reclamo argentino de soberanía sobre las sobre las islas del Atlántico Sur. “Algunas BOT son fuentes de controversia internacional basada en reclamos de soberanía en disputa. Argentina invadió las Islas Falklands en 1982, pero Gran Bretaña las retomó después de un duramente peleado conflicto armado que duró siete semanas. La Constitución de Argentina reclama las Islas Falklands, pero Argentina aceptó en 1995 que no volverá a usar la fuerza para hacer su reclamo. El gobierno de Su Majestad continuamente rechaza pedidos de conversaciones de soberanía entre el Reino Unido y Argentina, citando la fuerte preferencia de la población de las islas de permanecer como súbditos británicos. Argentina también reclama las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur. El gobierno de Su Majestad disputará el reclamo de Argentina de derechos soberanos (incluyendo derechos mineros y petroleros) en la plataforma marina que rodea a los Territorios Británicos de Ultramar del Atlántico Sur. Gran Bretaña someterá su propio reclamo de derechos de plataforma marítima para sus territorios del Atlántico Sur en el organismo de Naciones Unidas que considera reclamos de derechos de plataforma marítima. El gobierno de Su Majestad en la actualidad no tiene planes de presentar reclamos de derechos de plataforma marítima para el Territorio Antártico Británico, pero se reserva el de hacerlo en el futuro.”
En su tramo final, bajo el subtítulo “Relevancia estratégica”, el cable explica por qué los aliados imperiales se niegan a cumplir con el mandato de Naciones Unidas de descolonizar. “Diego García, en los Territorios del Océano Indico, actualmente alberga una instalación de apoyo naval conjunta de EE.UU. y R.U. El islote es de vital importancia estratégica para la defensa de EE.UU. y el R.U., incluyendo operaciones en Irak y Afganistán. (Nota: Para más información sobre la Base de Apoyo Naval en Diego García vean www.cnic.navy.mil/DiegoGarcia. Fin de nota). La Isla de Ascención (BOT Santa Helena) es la ubicación de la Pista Aérea Wideawake, una operación conjunta entre la Fuerza Aérea Real y la Fuerza Aérea de EE.UU. La isla fue usada ampliamente durante la Segunda Guerra Mundial y fue parte integral del éxito británico en la guerra de las Falklands. Las Areas Soberanas de Bases de Akrotiri y Dhekelia en Chipre son geográficamente bases militares diferenciadas. La base de la Real Fuerza Aérea en Akrotiri es una importante plataforma de despegue para naves aéreas y una de las pocas estaciones importantes de la Real Fuerza Aérea ubicadas fuera del Reino Unido.”
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