Desde Lima

Carlos Reyna, sociólogo, analista político y catedrático de la Universidad Católica, conversó con Página/12 sobre la victoria electoral de Ollanta Humala y lo que sería la política económica y social de su gobierno, También habla del futuro del fujimorismo tras su derrota.

–Humala tendrá que gobernar sin mayoría propia en el Congreso y con la fuerte oposición de los gremios empresariales y la prensa. ¿Qué es lo primero que debe hacer para darle estabilidad a su gobierno?

–Lo primero que seguramente hará será buscar un gobierno de concertación nacional. Seguramente su aliado político a lo largo de su gobierno será Perú Posible (partido del ex presidente Alejandro Toledo), con el que haría mayoría en el Congreso. Humala tiene la oportunidad de abrirse, además de a otros sectores políticos, también a sectores de la intelectualidad y la cultura, desde donde ha recibido apoyo, lo que ha pesado en su victoria porque ese apoyo le dio una imagen más consensual y representativa del Perú.

–¿Ese gobierno de concertación de Humala será un gobierno de izquierda?

–Creo que va a ser un gobierno de centroizquierda y concertador. Sin duda será un gobierno que tendrá más sentido social que el actual gobierno y que será más dialoguista con los sectores populares e indígenas. Humala me parece una persona muy pragmática, que no arriesga mucho. Tomó posturas radicales para hacerse conocido, pero una vez que en 2006 se convirtió en una figura presidenciable comenzó a emprender un rumbo hacia el centro.

–¿Qué peso tendrá la izquierda que acompaña a Humala en su gobierno?

–Tendrá algún peso e influirá en políticas sociales, pero creo que Humala va a tomar un rumbo económico moderado.

–¿Cambiará el modelo económico neoliberal o mantendrá la esencia del modelo con algunas modificaciones para mejorar la redistribución?

–Creo que en cierto sentido sí va a cambiar el modelo económico neoliberal, que es un modelo autoritario, vertical, en el que todo lo deciden las grandes empresas. Eso Humala lo va a cambiar, pero no va a hacer una política como la de Evo Morales, por ejemplo. Creo que su política será una mezcla de nacionalismo con una socialdemocracia moderada. Humala se ha dado cuenta que lo que le ha funcionado es abrirse a una convergencia de distintos sectores, que incluye no sólo a la izquierda, sino también a la centro derecha. Eso se va a expresar en un rumbo que seguramente será de una economía de mercado con importantes políticas sociales y más dialogante con los sectores populares.

–¿Cómo será la relación del gobierno de Humala con los sectores empresariales que se han opuesto a su candidatura?

–Los empresarios no han votado por Humala pero van a tender puentes con él. No creo que le vayan a hacer la guerra, porque se dan cuenta que tienen un país que es un escenario importante para hacer negocios. Humala se va a poner al medio entre los empresarios y los movimientos sociales.

–¿Cuál será la política exterior de Humala?

–Seguramente su política exterior será latinoamericanista, que se sumará al impulso a Unasur. Sin ninguna duda tendrá más proximidad con Brasil y el Partido de los Trabajadores que con la Venezuela de Chávez, aunque también tendrá fraternidades con el gobierno de Chávez. Tendrá simpatías con los gobiernos de Cristina Kirchner, Correa, Evo Morales, con quienes planteará una política exterior más convergente de la que ha tenido el gobierno de Alan García. En ese sentido, en términos internacionales, el triunfo de Humala es un golpe a la hegemonía norteamericana en la región, porque ha perdido uno de sus aliados. El llamado Arco del Pacífico (acuerdo recientemente firmado por los gobiernos conservadores de Perú, Chile, Colombia y México) y que Alan García lo ha impulsado como un eje antichavista, se ha roto con el triunfo de Humala.

–¿El triunfo de Humala implica un cambio para las relaciones del Perú con Argentina?

–Sin ninguna duda Humala estará más cerca al gobierno peronista de Argentina de lo que ha estado el gobierno de García y de lo que hubiera estado Keiko Fujimori.