Los bancos más expuestos a la deuda griega, los franceses y alemanes, dijeron ayer estar dispuestos a contribuir al segundo rescate a ese país mediante un sistema que dio a conocer el presidente francés, Nicolas Sarkozy. La Eurozona desea que la banca contribuya a la resolución de la crisis aportando unos 25.000 millones de euros. Los banqueros franceses, según dijo Sarkozy, están dispuestos a participar en el plan para esquivar la declaración de default. La iniciativa consiste en reinvertir en Grecia el 70 por ciento de los títulos de deuda que venzan en los próximos tres años: 50 puntos servirían para adquirir nueva deuda helena con un plazo de 30 años, mientras que los 20 puntos restantes alimentarían un fondo de inversión en activos de gran calidad, dedicado a avalar los nuevos préstamos griegos. El director de la Asociación de Bancos Privados Alemanes (BdB), Michael Kemmer, expresó a través de la prensa que las entidades nucleadas en la institución también aceptarían esa estructura de refinanciación. Kemmer estimó que la exposición de los bancos alemanes en Grecia se mueve entre 10.000 millones y 20.000 millones de euros. Añadió que la participación privada será voluntaria.