La reunificación de Alemania y la caída del Muro son un motivo de orgullo para todos sus ciudadanos, señaló el presidente Christian Wulff en una entrevista que el diario Die Welt publicará hoy. “A los alemanes les cuesta estar orgullosos de su país. Nos gusta buscar el pelo en la sopa”, lamentó el mandatario, que participará de los actos conmemorativos de hoy. “Pero ahora podemos mirar con orgullo el incontenible anhelo de libertad de los alemanes del este y la solidaridad de los alemanes del oeste”, añadió en referencia al movimiento que hace más de dos décadas permitió la caída del Muro. Hasta este acontecimiento que tuvo lugar el 9 de noviembre de 1989, la pared de hormigón fue durante 28 años símbolo de la división de Alemania y del mundo en dos bloques irreconciliables y costó la vida a al menos 136 personas que intentaron cruzarlo. Wulff consideró que el aniversario es una ocasión inmejorable para reforzar el rechazo de su país a toda dictadura. “Para mí sería una gran alegría que el recuerdo del 13 de agosto de 1961 diera nuevo ímpetu al consenso de fondo que existe en Alemania contra el totalitarismo”.