Los abogados de Charles Taylor, ex presidente de Liberia, consideran que no estaría seguro en una cárcel británica, porque de esta forma debería interactuar con los prisioneros que se encuentran allí, hecho que lo haría más vulnerable a un posible ataque. El equipo de defensa de Taylor, convicto por asesinatos masivos y violaciones, se quejó porque la sentencia de 80 años que pidieron los fiscales era “excesiva y vengativa”. Además, argumentaron que la Corte debería tener en cuenta su delicada salud y su edad. Se espera que Taylor, de 64 años, sea sentenciado a fin de mes, acusado por la corte de La Haya de apoyar al movimiento rebelde RUF, mientras mantenía una campaña bárbara que costó 50.000 vidas y en la que las amputaciones con machete eran comunes. Además, se lo responsabiliza de proveer apoyo, incluyendo armas y municiones, a los rebeldes en Sierra Leona.