El ex presidente de la disuelta Unión Soviética Mijail Gorbachov instó ayer a las partes involucradas en el conflicto ucraniano a evitar una nueva Guerra Fría en la región. “Se debe buscar una solución aceptable para todos los ciudadanos rusos y ucranianos, que evite una nueva Guerra Fría”, afirmó en una carta pública. El último dirigente soviético subrayó que las raíces de la actual crisis en la autonomía ucraniana de Crimea “están en la insensata y temeraria desintegración” de la Unión Soviética. Luché por todos los medios políticos a mi alcance por mantener unido el Estado. Incluso después del complot de los dirigentes de la Federación de Rusia, Ucrania y Bielorrusia (para liquidar la URSS), advertí de los graves peligros de esas acciones”, lamentó.

“Desgraciadamente, no escucharon mis advertencias. El Soviet Supremo de la Federación Rusa aprobó la destrucción de la Unión Soviética con aplausos y no se dijo ni una sola palabra sobre Crimea y Sebastopol”, contó el Premio Nobel de la Paz. Se refirió así a la indefinición sobre el status de Crimea, histórico territorio ruso cedido a Ucrania en 1954, en los acuerdos de diciembre de 1991 entre los dirigentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania sobre la desintegración de la URSS.

Gorbachov aludió al pacto firmado a fines de 1991 entre los líderes de las tres repúblicas de la URSS –Boris Yeltsin, de Rusia; Stanislav Shushkevich, de Bielorrusia; y Leonid Kravchuk, de Ucrania– que supuso la independencia de estos territorios como estados dentro de las fronteras administrativas soviéticas. Dicho acuerdo incluía que Crimea, entregada a Ucrania en 1954 por Nikita Khruschev, siguiera siendo territorio ucraniano, y además ponía fin al mandato de Gorbachov al frente del país, que había dejado de existir.

Por otra parte, el ex dirigente soviético hizo un llamado a la prensa a no desatar pasiones y calmar el ambiente. “Hay que recordar que estamos hablando de dos pueblos que están vinculados con lazos desde hace mucho tiempo. No podemos permitir un trágico cisma y debemos ayudar a que la gente alcance un acuerdo”, afirmó.

En las últimas semanas, Rusia intensificó sus maniobras militares por todo el país, pero sobre todo en las zonas fronterizas con Ucrania, en medio de una escalada de tensión con ese país por la intervención militar rusa en la república autónoma ucraniana de Crimea. En la península, bañada por el Mar Negro, viven casi un 60 por ciento de rusos, un 25 por ciento de ucranianos y un 12 por ciento de tártaros.