EL MUNDO • SUBNOTA
En el tradicional discurso que marca el inicio del curso parlamentario, la reina Isabel II presentó una batería de medidas, entre las que se cuenta el congelamiento por ley de los impuestos, pese al objetivo gubernamental de ahorrar 12.000 millones de libras anuales (16.900 millones de euros, 18.000 de dólares), o la cesión de amplios poderes a las regiones (a Escocia, Gales e Irlanda del Norte). En el discurso, la monarca confirmó además que el presidente chino Xi Jinping y su esposa realizarán una visita de Estado –la de más alto rango en la escala oficial– al Reino Unido en octubre. La tradición del discurso de la reina se remonta a 1536 y está rodeada de un gran protocolo. El emisario de la reina, que tiene como tarea ir a buscar a los diputados para el discurso, es recibido con un portazo en las narices para simbolizar la determinación de los parlamentarios a mantener su independencia. Además, durante el discurso, un diputado permanece cautivo en el palacio de Buckingham, para asegurarse de que la soberana, de 89 años, vuelva sana y salva. Rodeada de pompa y boato, la reina, con corona y sentada en el trono de la Cámara de los Lores, lee una vez al año este discurso. La alocución de Isabel concluye con una invocación divina.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux